Las relaciones de pareja evolucionan. Esa euforia del inicio se transforma en algo distinto. Quizás, más profundo y más íntimo.
La conexión es mayor conforme se va descubriendo a la pareja y se comparten experiencias. Pero esto no sucede por arte de magia.
Mientras que arruinar una relación de pareja es sencillísimo, hacer que evolucione sana y fuerte, requiere que nos esmeremos en su cuidado.
Para ese cuidado, la psicóloga Lisa Firestone nos recomienda seis ingredientes que, según su experiencia, influyen bastante en la longevidad de la pareja.
1) Alegría y buen humor
La alegría ayuda a mantener viva la relación, que no sólo existe para compartir dramas y problemas.
También es necesario compartir momentos divertidos, no perder el sentido del humor y, quizás, hacer uso de él para aligerar algunas situaciones tensas.
2) Nuevas experiencias
Que una relación esté sólidamente asentada no es obstáculo para que se dejen de vivir nuevas experiencias, en pareja y por separado.
Antes de limitar las inquietudes de la pareja, es más saludable mostrar intererés por lo que le hace feliz y compartirlo.
3) Identidad personal
En sintonía con lo anterior, vivir en pareja no implica perder nuestra individualidad para fusionarla en una identidad común.
Cada uno tiene sus opiniones, sus gustos, sus intereses. Y, desde esa identidad propia, comparte con su pareja un proyecto de vida en el que los dos se valoran como individuos únicos que son.
4) Expresión de los sentimientos
Tener detalles con la pareja, dedicarle palabras bonitas o un gesto espontáneo de cariño… Esas pequeñas cosas, que parecen insignificantes, mantienen viva la relación.
Aquí cada uno tiene su estilo, pero se capta la idea, ¿verdad?
5) Comunicación abierta
La comunicación directa y honesta es otro ingrediente fundamental.
Dejar que el otro se exprese, escuchar, no ponerse a la defensiva en cualquier conflicto, intentar entender cómo se siente, etc.
Todo eso sirve para resolver los obstáculos que encuentre la relación y, también, para crecer como pareja.
6) Generosidad
Más allá de lo material, la generosidad es esa actitud de darse uno mismo. Y no puede faltar en una pareja, claro.
Pero tampoco puede faltar a la inversa. Del mismo modo que se da, hay que saber recibir lo que da el otro: reconocerlo y valorarlo.
Por supuesto, sin llevar la cuenta de quién da o recibe más.
Ojalá que cada uno de nosotros pueda ver transformados esos fuegos artificiales que son el inicio de una relación en una antorcha olímpica inextinguible.
Pondremos de nuestra parte para que la llama siga viva.
http://tusbuenosmomentos.com/2012/10/relacion-pareja-duradera/