La vida no es tan larga como para derrocharla al lado de ciertas personas.
Para empezar, ¿a quién llamamos “gente negativa“?
A esa gente que a tu amabilidad responde con ingratitud, a aquéllos que buscan tu compañía a su exclusiva conveniencia, a los que te borran la sonrisa sin importarles lo más mínimo, a los que te pisan… y, en general, a los que te hacen sentir mal contigo mismo y con el mundo.
Sé cordial. Sé respetuoso e incluso compasivo. Pero no les des el tiempo que podrías destinar a otras relaciones.
Tu tiempo es el recurso más valioso
Cada día eres tú quien elige con quién va a compartir qué momentos y de qué manera hacerlo.
Asumir esto es una liberación. Tú decides tus compañías, salvo que hablemos de los compañeros y el jefe/jefa.
No tienes la obligación de compartir el tiempo que tienes disponible con personas negativas, pudiendo hacerlo con quien te quiere bien.
Hay relaciones que afectan negativamente a la salud
De eso hemos hablado mucho y tú también lo habrás comprobado. Hay personas que, simplemente, son tóxicas para ti. Quizás se entiendan mejor con otros, quién sabe…
Ejemplo: Amigos que no son tus amigos.
La mejor opción es mantener la distancia con esa gente que drena tu energía, que te echa abajo, que te convierte en una pobre versión de ti mismo o te hace sentir mal.
No tienes porqué cambiarlos, porque no son tu responsabilidad. Y tampoco tienes que cambiar tú porque a ellos les apetezca.
Ya… Puede que no sea tan fácil. Por ejemplo, ¿qué pasa con esas antiguas relaciones con las que compartes toda una historia?
Tampoco estás obligado a mantenerlas si no funcionan, si te sientes mal o aprisionado en ellas. Ni que se trate de amigos del jardín de infancia… En ningún caso.
Conforme cumplimos años, cada uno de nosotros va cambiando en cuanto a opiniones, creencias, prioridades, gustos, etc. Y, lo que se compartió tiempo atrás con alguien del pasado, quizás no tenga sentido compartirlo ahora.
No todas las relaciones son duraderas. De hecho, la mayoría de las personas que conocemos están de paso. Y está bien que sea así. ¿Te imaginas que tuvieras que mantener una relación constante con todas las personas que has conocido hasta la fecha?
No. De la gente que está en tu camino, tú vas eligiendo con quién compartir las cosas que quieres compartir.
Así es que no te sientas mal si alguien te echa en cara que deberías estar ahí porque tenéis una historia en común. Las relaciones personales no se fuerzan y las personas estamos en constante cambio.
¿Qué pasa si has decidido cortar los lazos con alguien cuya influencia ha sido negativa en tu vida? Es tu decisión.
Las buenas compañías te están esperando
Las relaciones sanas se construyen despacio, día a día, hasta que se establece un clima de respeto, apoyo y confianza mutua.
Y hay que seguir cuidando de esa relación para que se mantenga viva, compartiendo momentos y empleando esa energía que ya no volcarás en quien no te trata como tú mereces.
Vale la pena. Pasar más tiempo con personas que te respetan y te valoran le hace bien a tu autoestima e incide de manera positiva en tu bienestar general. De paso que tú también te conviertes en una influencia positiva en sus vidas.
Gente positiva, que se respeta y hace que su día sea un poco mejor por el simple hecho de estar ahí.
Para contrastar, ¿a quién llamamos “gente positiva“?
No son necesariamente ésos que todo el tiempo están riendo como un emoticono feliz, porque todos tenemos días malos. Ni tampoco los que tienen exactamente las mismas ideas y gustos que tú.
Gente positiva es la que construye; la que te ama como eres, cree en ti y te hace sentir bien contigo mismo. Son esas personas con las que puedes contar y que a su vez te tienen en cuenta.
Esas personas merecen más de ti que aquéllas que no lo valoran.
http://tusbuenosmomentos.com/2013/01/menos-tiempo-gente-negativa/