Hablemos sobre porqué es beneficioso ignorar a esas personas que sólo tienen la intención de molestarte y en qué casos funciona este tratamiento.
Seguramente, todos hemos convivido con los típicos trolls (en Internet o en la calle), que son las típicas personas que molestan sólo por llamar la atención.
Cuando uno de ellos la toma contigo, tienes básicamente dos opciones:
(1) Discutir con él/ella. Le explicas el tema, tratas de aclarar las cosas… Es decir, entras en su juego.
(2) Ignorar a esta persona, como quien oye llover.
¿Cuál es la mejor?
Depende. Pero, si el asunto no va a impactar significativamente en tu vida, la ciencia ha corroborado que la segunda opción es la más conveniente. Eso, por dos razones:
Por una parte, es más efectivo al mantener tú el control sobre la situación.
Por otra, al no desgastarte e irritarte entrando al trapo del troll, es más saludable para ti.
La investigación que lo confirma (de la que se hace eco The Vancouver Sun) recoge esa conclusión tras estudiar las interacciones de unas 120 personas y sus efectos.
¿Qué hicieron?
Pusieron a los participantes a charlar con personas que habían recibido la instrucción de ser amables y educadas, y también con otras a quienes se les había indicado que fuesen groseras, desagradables.
Después de unos minutos, los participantes eran aislados para realizar ejercicios que requerían concentración.
Resultado: Los participantes que ignoraron a la gente más agradable lo hicieron peor que los que charlaron amigablemente con ellos.
Pero al revés también se cumplió: Quienes ignoraron a los trolls no entrando en sus provocaciones, puntuaron más alto que los que se empeñaron en darles explicaciones, crispándose y desgastándose.
Así es que, a tenor de lo que nos dice el mencionado estudio, nos estamos haciendo un gran favor al ignorar a esas personas.
Otra cosa, como ya diferenciamos en su día, es castigar con silencio a quien no lo merece. Eso sí deteriora las relaciones.
Pero la excepción que aquí mencionamos es muy saludable:
Ignora a ésos que incordian sólo para ganar su ratito de atención, siempre que no esté en juego algo importante.
¿Qué? ¿Resistiremos el impulso de caer en sus provocaciones? Con un poco de práctica, yo creo que sí.
http://tusbuenosmomentos.com/2013/03/cuando-ignorar-persona-molesta/