Visitante nocturno

Las sombras en la noche pueden confundirnos cuando nos encontramos en esa fina línea que separa el umbral del sueño con el de la vigilia. La noche, con la escasa luz que los astros nos proporcionan, nos puede jugar una mala pasada; sobre todo cuando dormimos solos.
Cuentan que hay una sombra que suele visitar a ciertas personas. No lo hace todas las noches y pocas veces repite, pero quien la mira una vez, no vuelvo a hacerlo una segunda. Dicen que es la sombra de la muerte y que no se la puede mirar dos veces. Quienes saben esto y despiertan en mitad de la noche, en la soledad y el silencio de su dormitorio, puede que se encuentren, junto a la ventana o a los pies de la cama, la sombra alargada de un hombre sin pelo, o eso parece. Aunque no se ven las facciones de su cara los visitados tienen la extraña sensación de que los está mirando. Lo mejor es cerrar los ojos e intentar dormirte, o esperar a que amanezca. Pero si después de cerrar los ojos, los abres y la sombra sigue allí, es posible que el extraño visitante te lleve con él. ¿Adónde? Nadie lo sabe porque los muertos no hablan.

Felices sueños...