Avanza. En este tiempo que todo se cae, avanza. Si te detienes, ante todo no mires atrás.
Es un momento de cambio interior y en muchos casos se ve claramente reflejado en el exterior. No es tiempo de plantearse el trabajo realizado en el pasado, de mirar los propios errores, de vanaglorias, es tiempo de avanzar. Pues si te entretienes es posible que se te pierdan oportunidades y puertas abiertas a otro tiempo donde el crecimiento y el avance es mucho más rápido.
Las oportunidades ahí están, no son ilusiones. Están ahí, para quien las pueda observar, catalizar y aprovechar. Y si estás en el momento adecuado podrás recibir la energía de gracia que llega indiscriminadamente para todo el mundo, pero si estás entretenido, entretenida, otra vez esas energías, esas oportunidades, no podrán ser aprovechadas por esa mente loca que divaga demasiado.
¿Y cómo se avanza con cautela, con calma, previendo los cambios y aprovechando las oportunidades? ¿Cómo uno puede avanzar sin detenerse en las caídas?
Sólo hay un objetivo, vivir la vida. Aquel que huye de su vida, siempre está mirando hacia lo que se fue, hacia lo que no está o se ha perdido. Sí tú quieres vivir tu vida, obsérvala, aprovecha cada instante que hay en ella, no rehúyas de respirar. Si estás cansado de lo que eres, de lo que vives, entonces no quieres vivir y el tiempo se te escapa, como cualquier persona perdida, la vida se te hará cuesta arriba y muchas veces desearás no estar vivo. ¿Recuerdas tiempos así? Todos los hemos vivido. Pero si aprovechas “tú vida” tal y como es, con sus buenos momentos y sus malos momentos, aprendes a agradecer a Dios por lo que eres, a aprovechar tu vida, como tal, entonces esta te sonreirá y verás ventajas allá donde antes veías problemas.
No divagues más. Divagar es no avanzar, es perderse en las situaciones de temor, es vanagloriarse demasiado. Divagar es no mirar hacia delante, no querer ver. Divagar es culparse y no arriesgarse a dar un paso en falso, siempre temiendo por la propia salud, la propia suerte, la propia vida, la vida de aquellos que están a nuestro alrededor, pero no hacer nada por cambiarla. Divagar es pararse y tener miedo.
Avanzar requiere cautela, no miedo.
En este tiempo las cosas que no sirven caen rápidamente. Las cosas que no se usan, los elementos que había en tu vida que no te ayudan a avanzar, tienden a desaparecer. Lamentablemente muchos os llenáis la vida de situaciones, objetos, realidades que no sirven lo más mínimo al mundo espiritual, y por ende, no sirven para nada. Muchos de los objetos de tu realidad, de tu casa, de tu vida, no son realmente útiles, sólo te apartan de la esencia de las cosas. Igual ocurre con tus pensamientos, tus emociones, tu vida en general, está llena de espectros, está completamente llena de situaciones, personas, emociones, pensamientos que no son verdaderamente buenos ni útiles, y sin servir para nada, ocupan un lugar indispensable. Esta es la vida desaprovechada. Llena de recuerdos y momentos sin utilidad. No tiene dirección, no tiene fuerza. Se alimenta de nostalgias, miedos, penumbras. Uno puede llegar a creer que pronto alcanzará algo grande, puede enriquecerse, rodearse de personas que aparentemente son valiosas o le “pertenecen” a uno, pero todo es falso, y al cabo del tiempo se dará uno cuenta.
El tiempo de la basura mental. Acabar con este tiempo es ley de vida. Esta temporada ya llega a su fin, no hay que hacer ningún trabajo para superarla, ahora sí, cuando todo aquello que no te pertenece, que no te alumbra el camino, que te entretiene y no te alimenta el alma, cuando todo esto, se aleje de ti y de tu camino, déjalo marchar. No mires hacia lo que se fue, no mires atrás. Eso sería caer en una desventaja ante las situaciones que llegarán, ¿por qué? Porque no las verás venir. Entretenerte en mirar hacia lo que pudo ser, lo que podría haber sido de continuar en caminos que no son tuyos, hace que no mires al frente y no veas venir la vida ¿entiendes? No observes el pasado, sus frutos no te sirven ahora.
En este tiempo, los cambios son paradigmas, básicamente notarás que tu interior está dando un giro, y que tu exterior no se acaba de sincronizar con lo que estás viviendo por dentro. Básicamente te sentirás fluir por situaciones desconocidas y sabrás avanzar, aunque no tendrás idea de cómo lo has hecho. Tu interior ya está preparado para lo que estás viviendo. Tu mente, no siempre. Tus emociones ya están viviendo un cambio, se adaptan a él.
Observa tu vida. No hay tanta preocupación, no hay tanto miedo. Hace un tiempo las preguntas que la mente se hacía eran mucho más perjudiciales y destructivas que ahora, no había ningún respeto a la propia persona y en muchas personas no había nada de autoestima. En este tiempo eso ha cambiado. Hay más valor personal, hay más limpieza y claridad en la visión.
Obsérvate, es fácil. Antes no lo era igual, pues la vida estaba rodeada de dardos, de momentos que no potenciaban la luz.
El tiempo cambia, igual que tú.
En la memoria queda todo lo que fuiste, todo lo que has sido, y muchas veces sólo una observación general y completamente honesta puede darte las claves para recordar con claridad. Pero ahora no es tiempo de preocuparse por ello, solo de saber que realmente ha habido un cambio personal, una evolución en el transcurso de los últimos 4, 5 años.
En el tiempo que llega, la luz será tan fuerte que será muy difícil ver. Muchos lo llamarán un tiempo de oscuridad. Muchos planos se mezclarán y será complicado observar claramente hacia dónde se dirigen los pasos. Por eso, más que nunca, es importante la integridad. Saber exactamente qué nos detiene, que nos permite avanzar, y utilizar todos los recursos y todos los elementos que podamos para dar cada paso en el camino. Eso implica ser consciente de:
La alimentación
El tiempo de descanso
Los sueños
Los deseos y los planes
Las cavilaciones mentales
El ocio
La vida en general
Es un tiempo de tener muy claro que todo tiene una utilidad, y aquello que no tenga ninguna utilidad en nuestra vida o su utilidad sea mero juicio mental o puro egoísmo, tenderá a desaparecer rápidamente. Por ejemplo el miedo.
En este tiempo muchas cosas van a ir cambiando poco a poco. Será una oportunidad consciente. Cuando los cambios son fluidos, la energía dorada alimenta a las personas, sus consciencia, y cada uno puede dar un paso adelante sin tragedias, con alegría y fe. Cuando se fluye con la vida eso ocurre, tal cual. Pero cuando la mente se obstruye, cuando no se permite el cambio, entonces vienen los problemas. La escasez, las miserias, miedos, enfermedades, accidentes incluso. Esto ocurre porque la persona, esté como esté, no avanza fluidamente en su vida.
Aprovecha el cambio, vívelo intensamente. Y descubre las posibilidades.
Tras este tiempo donde la luz será demasiado fuerte, donde el camino será complicado verlo. Aparece mucha paz en el corazón de aquellos que aprendan hoy a respirar y fluir con la vida. Solo serán unos meses de estar en guardia y no recaer. Las claves: aprende a respirar, cada instante es una oportunidad para respirar. Aprende a observarte, cada pensamiento ha de ser controlado por ti, tuya es la mente, tuya es la responsabilidad. Aprende a ser, cada momento es una oportunidad de amar. El cambio está en cada persona. Lo que te rodea sólo es un espejo de tu interior.
Si vives en un mundo que se derrumba, algo que en ti pesado y viejo tiende a derrumbarse, avanza sin mirar atrás, no lo tengas miedo, verás que se debilita por si solo y da paso a un nuevo renacer.
Si a tu alrededor todo es florecimiento, entonces has aprendido a ver las oportunidades a tiempo, has abandonado los juicios y estás liberándote de los bloqueos. Ya no tienes miedo sino que observas, piensas antes de actuar, vives con cautela y servicio.
Pero, por último, si todo lo que vives te entrega amargura, tristeza, incluso rabia, a tu lado sientes que solo hay negrura, esta es una oportunidad de que mires en tu interior y te liberes de la culpa. Puede que no seas todo lo que has esperado en el pasado, pero eres un ser único, y no en esta Tierra diminuta, sino en la Galaxia inmensa, en el universo completo, no rechaces lo que eres, no rechaces la luz que hay en este momento en ti, no busques más fuera y ámate, disfruta del amor y la relación contigo mismo, no mires a lo que perdiste, no mires a lo que podría ser, mira al Ahora, este momento está plagado de riqueza y tu ser es libre de dar y recibir amor. ¿Entiendes? Tu camino, tu vida, las respuestas, hoy están en ti.
Aprovecha y recita una oración el día de hoy, una oración sencilla. Con una vela o un incienso. Con una música especial. Una oración que la entregues al corazón de todas las personas, para su sanación, para su abundancia. Y que afluya la energía divina desde tu alma a todas las personas que habitan el planeta durante los siguientes minutos a tu oración. Después medita en ti, cuántas veces no has tenido, cuántas veces te has sentido triste y medita en todo lo que deseas que todos tengan, que todos se sientan felices. Y entrega esa chista de agradecimiento a la vida por darte la oportunidad de ser consciente, una vez más, distribuye esa luz y esa gratitud a todos, y que vuelva a fluir la energía de tu corazón a todas las personas que hay sobre la Tierra, a todos los animales, a todos, todo tu amor, todo tu reconocimiento, toda tu gratitud, que llegue a todos.
¿Qué quieres cambiar? ¿Qué quieres que se vaya? Y utiliza la fuerza propulsora de la energía de este día para alimentar ese cambio. Utiliza la energía del día de hoy.
Por último haz una oración antes de ir a dormir. Una que unifique todas las conciencias a fin de que haya un despertar común en toda la humanidad.
Lleva esa oración a todas las personas y esto, por último, que sea un agradecimiento y un respiro a las miles de personas que hacen lo mismo que tú, en el mismo día, esperando los mismos resultados: armonía, paz, alegría, vida.