Muchas enfermedades de la civilización de nuestro tiempo son provocadas por una alimentación incorrecta y/o monótona. Con esto nos referimos a la ya suficientemente conocida “junkfood” (platos preparados, almuerzos precipitados) o a la ausencia de frutas y verduras frescas en las comidas diarias habituales. Por el contrario, afirmamos que sabemos demasiado poco acerca de la ingestión sana y natural de alimentos.
Si nos interesamos por la Luna, entonces ya no tenemos que dejar la responsabilidad de nuestra alimentación a otros. Pues las energías de la Luna, que son diferentes en cada una de sus diferentes fases, nos dan indicaciones claras sobre la comida adecuada en el momento adecuado.
Para eso bastan un par de reglas básicas: “En fase de Luna creciente se hincha el vientre”; esto ya lo sabían las hechiceras y los curanderos. Por consiguiente, evita las comidas pesadas y que produzcan gases en los días de esa fase y también en Luna Llena, como en su lugar alimentos fácilmente digeribles o de dieta. En ese período el cuerpo almacena energía, por eso en esa fase es cuando se engorda más fácilmente.
En período de Luna Menguante y también en Luna Nueva, puedes cometer tranquilamente algún exceso. Conservarás tu peso casi sin hacer nada, si deseas adelgazar este es el momento de hacer una dieta.
Los día de Luna Nueva son ideales, no sólo para empezar una dieta sino también para el ayuno, prueba aunque sea una vez a seguir una cura de ayuno en uno de los dos días de Luna Nueva. Tu cuerpo se desintoxicará y te sentirás como si acabaras de nacer, es el comienzo perfecto de un nuevo mes.
¿Qué comer y qué evitar cuando la Luna transita por cada signo zodiacal?
En los días en que la Luna esté situada en Aries, Leo o Sagitario -estos días se denominan días de calor o de fuego-, las proteínas contenidas en los alimentos y las frutas producen un efecto más intenso en el cuerpo. Dependiendo de cómo te encuentres deberás ingerir más o menos alimentos de ese tipo. Un buen punto de referencia para eso es tu apetito: si tienes una hambre feroz de frutas o proteínas, es que tu cuerpo las necesita.
En los días en que la Luna está situada en Tauro, Virgo o Capricornio -a los que se les suele llamar también días de frío o de tierra-, las sales juegan un papel primordial. Si sigues una dieta pobre en sal, estos días son especialmente delicados.
Los días en que la Luna está situada en Cáncer, Escorpio o Piscis, los llamados días de agua, son críticos para todas las personas con problemas de peso, ya que en ese momento los hidratos de carbono se absorben más rápidamente. Si es posible evita comidas harinosas y en su lugar sólo come pan fácilmente digerible (de fibra).
En los días en que la Luna está situada en Géminis, Acuario o Libra -denominados días de aire o de luz-, las grasas y aceites producen un efecto mucho mayor que de costumbre, por eso se recomienda consumirlas moderadamente durante ese tiempo.
Por lo tanto, el hecho de que la luna esté atravesando en ese momento un signo zodiacal determinado influye en la calidad de la alimentación del día correspondiente. No obstante, tú mismo puedes comprobar con ayuda de un calendario lunar, en qué signo está situada la Luna, lo que cambia aproximadamente cada dos días.
Si quieres ir más allá, adquiere literatura especializada que describa con más detalle la alimentación según la Luna y los signos zodiacales.
Fuente: El oráculo de la Luna. Thea Hermann.