Los sueños son una brújula que nos indica el camino que debemos seguir hacia nuestra evolución espiritual, están ahí latiendo en nuestro corazón por una razón importante, porque nos conectan con nuestro YO ESENCIAL y con nuestro Espíritu.
Los sueños nos inspiran y guían para que realicemos los cambios que necesitamos hacer en esta vida, la transformación que debemos seguir, una transformación personal y espiritual (en energía).
Transformarnos no significa que nos vayamos a convertir en otra persona, pero si en nuestra mejor versión. Puesto que solo nuestra mejor versión podrá manifestar nuestros sueños, ellos entonces nos muestran claramente el camino a la evolución; nuestra transformación es nuestra evolución.
Los sueños nos inspiran, apasionan, engrandecen, fortalecen, alimentan la vida. Nuestros sueños nos impulsan y nos permiten crecer. Renunciar a nuestros sueños es dar las espaldas a nuestra autentica felicidad.
Todos tenemos algún sueño, en su mayoría relacionado con cambios en las tres áreas más importantes de nuestra vida, amor (pareja), salud (cuerpo), y prosperidad económica (dinero). O un mix de algunos de ellos. Estas debilidades en cualquiera de las tres áreas nos impulsan a realizar cambios en nosotros, y cambiando nosotros, podemos transmutar el resultado ya manifestado en cualquiera de esas tres áreas.
NUESTRA MEJOR VERSIÓN
Bienvenido entonces a descubrir el poder que se halla en tu interior, solo en tu mejor versión esta tu poder de manifestación.
La inquietud que yace detrás del intento de vivir un sueño nos empuja a realizar una transformación en nosotros mismos, no tanto externamente, aunque sucederá; pero si internamente.
Los sueños que laten profundamente en nuestro ser son maravillosos, pero lo que es aún más maravilloso, es la transformación que realizamos en nosotros mismos, en nuestro crecimiento y transformación personal para poder manifestarlos.
¿SABES CUALES SON TUS SUEÑOS?
Todos tenemos algún sueño, no importa en qué área de la vida queramos ver los cambios efectuados, y nuestros sueños manifestados, pero eso sí, todos tenemos alguno. Aunque a la mayoría les hayan enseñado a no escucharlos, tanto así que muchos ni siquiera saben qué desean exactamente.
Es impresionante, pero solo un 2,7% de las personas escucha su corazón, clarifica sus sueños, piensa en ellos, tiene la fuerza como para verlos y tal vez crea un plan para poder alcanzarlos.
Tu seguro tienes un sueño que hoy late en tu corazón, sino no estarías leyendo este artículo, es tu sueño en el plano espiritual muy cerca de manifestarse que movió todo lo necesario en el plano físico para que este artículo llegue a tus manos y puedas iniciar los cambios en tu interior para poder manifestarlos.
Voy a hacerte una serie de cuestiones para ayudarte a clarificar y a orientar tus fuerzas en la consecución de ese maravilloso sueño que hoy te mueve.
Ahí va mi primera pregunta, ¿Es realmente tu sueño? ¿Eres el dueño de tu sueño?
Igual que me sucedió a mí, puede que estés viviendo el sueño de otro, yo viví por un tiempo el sueño de mis padres, hice grandes cosas por él, muchos años de estudios, mucho trabajo arduo y pesado, hasta utilizaba una indumentaria que ellos querían para mí, acorde a los sueños que ellos albergaban en mí, ropa elegante que caracterizara a una empresaria o a una joven ejecutiva, y al final mucha desazón al no ver manifestado lo que quería.
Ellos siempre soñaron en que yo me convirtiera en una gran empresaria, vestida siempre de traje, ocupada de cosas importantes (o lo que para ellos era importante), siempre en reuniones, trabajando en proyectos importantes, al tanto de todo el movimiento económico, industrial y empresarial del mundo, etc. Y yo como hija obediente y complaciente, siempre buscando el amor y la aprobación de mis padres cumplía al pie de la letra, me titulé muy temprano en una licenciatura, inmediatamente hice dos maestrías y me apunté a un doctorado, para ser la persona ideal a la que mi madre admirara, ser lo que ellos deseaban que sea, para mi bien como ellos me lo decían.
Como lo que me paso a mí, pasa a millones de personas, y no es que nuestros padres pensaran y quisieran robarnos nuestros sueños del corazón, eso no es así, ellos hacen lo que piensan que es mejor, tal como ellos lo vivieron de sus padres también.
He recibido cientos de correos de personas expresando el sentirse identificados conmigo y que ahora se dan cuenta de lo que les ocurrió y encuentran la fuerza que les faltaba para ir en pos de sus sueños.
Mi sueño de corazón latía con tanta fuerza que hizo lo necesario para que lo escuchara y cambiara por completo mi vida, voy a reconocer que no fue fácil, dejar de obedecer a mis padres, principalmente a mi madre fue duro, yo no era una niña, ya estaba casada y tenía mi propia hijita, creo que ella me dio la fuerza de dejar atrás todos esos años de estudios, proyectos iniciados y hasta una pequeña empresa que estaba en marcha, por lo que realmente había en mi corazón y que ahora lo estoy viviendo.
Así que date permiso para escuchar lo que hay en tu corazón, no en tu ego, donde están tus miedos, necesidad de aprobación, esos nunca te llenaran de verdad; escucha los que te hace vibrar de verdad, lo que hace que te llenes de energía y entusiasmo, los que te llena y te hace sentir realmente vivo. Nunca serás verdaderamente feliz si pretendes ser esclavo del sueño de otro.
No importa lo que tú pienses, asegúrate que sea lo que tú piensas de verdad; no importa lo que tú desees, asegúrate que sea lo que tú deseas corazón; no importa lo que sientas, asegúrate que sea lo que tú sientes en todo tu ser.
Tu sueño solo puede ser para ti, tampoco puedes pretender pasárselo o prestarselo a otro, todos somos únicos y totalmente diferentes a los demás. Y lo que te hace feliz a ti no puede ser exactamente igual para otro. Solo podrá ser totalmente satisfactorio para ti nada más. Sentirás que fuiste hecho a perfección para poder hacerlo real.
Podrás darte cuenta que tu sueño está directamente relacionado con tu mejor versión, poder llegar a ser todo lo mejor que puedas ser, es parte de tu sueño. Tu sueño se manifestará cuando logres ser esa mejor versión de ti mismo.
Nunca olvides que eres único, una creación divina y perfecta, que posees talentos únicos, experiencias y oportunidades que nadie más tiene en este Universo y que jamás tendrá. Así que el poder manifestar tus sueños en este preciso momento habita en las posibilidades, en el aquí y ahora.
Así que no tomes una decisión solo por agradar a los demás, ni porque ocupe un lugar alto en la escala de éxito de otra persona. Decide hacer algo en la escala de éxito que para ti sea perfecta, algo que llene de entusiasmo tu mente y de pasión tu corazón. Decide hacerlo, solo porque envuelve todo tu ser en la energía del amor; y ese es el propósito final.
No compares tu éxito con el de otros, lo que para ti puede ser perfecto tal vez no lo es para otros o lo que para otro puede significar un éxito rotundo puede que no lo sea para ti, comprende que todos venimos para cumplir un propósito totalmente distinto en esta vida y nos encontramos en niveles evolutivos también distintos. Así que pretender compararnos es simplemente desgastar nuestra energía en algo sin sentido.
Tienes que saber que tu sueño, como es perfecto y totalmente apasionante solamente para ti, puede que encuentres personas en el camino que crean que tu sueño es una auténtica locura. No dejes que te lo roben.
Así que ahora ten muy claro, que todos vivimos a esta vida con un propósito, con un sueño y el no hacer nada para manifestarlo, para vivirlo, para hacerlo real en este mundo físico, es darle la espalda a tu auténtica felicidad, es no querer dejar salir de ti tu mejor versión, lo mejor de ti mismo, es no querer evolucionar.
Para asegurarte que ese sueño es realmente tuyo, responde las siguientes preguntas:
¿Cuál es mi mayor deseo, que de hacerse realidad cambiaria mi vida para siempre?
¿Qué es realmente importante para mí?
¿Qué llena mi vida de felicidad y hace que sea lo mejor de mí mismo?
Lee cuidadosamente estas preguntas, date un tiempo para meditarlas y para que las respuestas salgan desde tu interior.
http://alejandraplaza.com/2011/01/nunca-renuncies-a-tus-suenos-2/