El optimismo, al igual que el resto de las emociones positivas permiten el florecimiento de las personas y desde ahí, el aporte que ellas realizan en su entorno incrementa enormemente. Nada te hace sentir más negativo que rodearse de otras personas negativas. Todos hemos oído la frase “los iguales se atraen”. Todos los sentimientos son contagiosos. Las personas que gran parte del tiempo tienen mentalidad negativa, se la pasan siempre quejándose de lo mal que es la vida, sin embargo nunca hacen nada al respecto. Muchas investigaciones han demostrado que nuestro grupo de amistades de referencia suponen un factor clave para determinar si una persona tendrá o no éxito en la vida. Buscar un grupo de referencia de personas positivas y tranquilas es vital si queremos evitar caer presa del desánimo que producen los comentarios negativos.
En este tipo de personas prevalecen los sentimientos de furia, coraje, resentimiento y falta de amor hacia la vida Pase tiempo con algunas personas de pensamiento positivo y podrá ver el efecto que tiene sobre su estado de ánimo.
Las personas optimistas disfrutan la vida llenas de energía, se sienten capaces de dar un giro a su propia vida y son la mejor influencia al momento de buscar un cambio en la nuestra. Aquellos que no temen dar rienda suelta a sus sueños ni abandonar el grupo en busca de nuevas aventuras. Estas personas son fácilmente identificables. Por lo general sus palabras vienen cargadas de practicidad, libres de recelos y egoísmos, no juzgan ni envidian, por el contrario, aportan mucho crecimiento de los demás.
Todos necesitamos relaciones que nos ayuden a vivir, que nos impulsen a ser nosotros mismos, que nos inviten a la madurez y a la autonomía. Necesitamos estar rodeados de personas que practique la jardinería humana, puesto que el contacto con ellas nos enseñará a través de sus experiencias de vida el apoyo y la comprensión que al mismo tiempo, debemos brindarles a los demás.
Este tipo de personas no se limita a escuchar, sino que impulsan y enseñan, y cuando menos lo esperas ya están estableciendo metas y objetivos a lo que en su mente era una simple idea, esto gracias a que entienden el riesgo como la única garantía para el crecimiento personal.
La actitud positiva se transmite, por eso, es indispensable rodearse de personas que tienen una visión de la vida más optimista, sobre todo en el trabajo. Los ambientes positivos abren espacio a la creatividad y generación de ideas nuevas, haciendo más eficientes los tiempos de trabajo.
Quienes constantemente se quejan o están atacando a los demás, contribuyen a generar un ambiente negativo que impide, entre otras cosas, ser productivo y eficiente. Esto es muy común en los espacios de trabajo o estudio, pero puede evitarse teniendo mayor cercanía con aquellas personas que transmiten una actitud más alegre y entusiasta, y logrando enfocarte en los propios recursos para hacer frente a situaciones de este estilo.
Si bien no podemos huir por siempre de los acontecimientos negativos, podemos reducir la compañía de las personas que no nos aportan nada. Pasar el tiempo junto a personas negativas sólo servirá para reforzar tus propios pensamientos negativos. No es necesario tampoco que te aísles, pero te será de gran ayuda el rodearte de personas positivas y optimistas que sepan animarte. Pasa más tiempo con quienes te hacen sentir aceptado y lleno de energía, al resto toléralos e intenta que no te afecte su negatividad, pero no les cedas demasiado terreno ni atención.
Intenta rodearte y compartir tu tiempo con personas tranquilas, alegres y satisfechas, porque eso te ayudará a sentirte mejor y a aumentar tu nivel de satisfacción con la vida.
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