La figura paterna para un niño es necesaria en varios aspectos, sin embargo, este rol también lo puede realizar la propia madre
Ser madre es un trabajo difícil que implica muchas funciones que sin duda son más sencillos de realizar cuando se tiene una pareja que te apoye.
Últimamente es más común encontrarnos con madres solteras, la prueba está en que todos conocemos al menos a una persona que se encuentra en esta situación.
Este es un tema importante, pues las madres solteras pueden enfrentarse a dificultades que van más allá de los problemas económicos, las implicaciones pueden ser en algunos casos muy graves tanto para la madre como para el hijo y, por el contrario, en ocasiones puede haber un desarrollo normal para ambos. ¿De qué depende?
Cuando hablamos de madres solteras nos referimos a aquellas mujeres que no tienen una pareja que las apoye en todo el proceso de la crianza de los hijos, ya sea por divorcio, separación, muerte del padre o por elección propia. Esta última causa de la soltería de una madre va más encaminada a aquellas mujeres que deciden embarazarse sin una pareja estable, ya sea porque no han encontrado a su hombre ideal o porque no quieren casarse.
De cualquier forma, es un hecho que esta es una situación complicada para las madres, pues a pesar de hacer las cosas con la mejor disposición e interés por sacar adelante a sus hijos, es importante tomar en cuenta algunos factores que pueden presentárseles.
Comencemos con lo más concreto, la economía. La cuestión económica puede ser difícil, pues al ser soltera es probable que no se cuente con el apoyo del padre, por lo que los ingresos dependen totalmente de ellas, esto implica en muchas ocasiones tener que trabajar de tiempo completo y dejar al niño bajo cuidados de un familiar o en una guardería.
En muchas ocasiones esto puede generar sentimientos de culpa por no pasar tanto tiempo con el niño como desearía y para contrarrestar esta culpa, a veces las mamás intentan compensar no llamándole la atención al niño, dejando que haga lo que quiera y olvidando su función de madre, que es educarlo y guiarlo, lo que puede generar que el niño no conozca los límites, pues las madres pueden pensar que no está bien que el poco tiempo que pasan con sus hijos lo dediquen a educarlo.
Entonces es importante nunca perder de vista que la función de las madres es darle seguridad, amor, educación y dejarlos libres de culpas, comenzando por ellas mismas.
Un miedo común de las mujeres solteras es el dejar a sus hijos sin una figura paterna, creyendo que esta situación puede dejar secuelas graves en el desarrollo del niño o niña. Es importante mencionar por qué es tan importante una figura paterna en el desarrollo de un hijo y esto radica en que la familia transmite prácticas y discursos. A lo largo de la vida una persona va desarrollando su identidad de acuerdo a lo que se le va inculcando, incluyendo los roles de género.
Aquí lo importante es que los hijos puedan conocer los diferentes roles y no tiene que ser forzosamente el padre quien se lo inculque, puede ser el abuelo, un tío, un maestro, entre otros. La idea es que el niño entienda lo que significa la participación en familia, esto es importante, pues nos hemos dado cuenta, por medio de estadísticas, de que muchas mujeres solteras provienen de familias sin padre y repiten el patrón, pues no alcanzaron a visualizar a una familia con varios integrantes y participando en equipo, por lo que incluso buscan parejas con la misma historia familiar y que repetirán el patrón probablemente.
También es importante que no vean al sexo masculino como malo, dañino o innecesario, como a veces sucede en el discurso de las madres solteras, quienes devalúan este rol masculino debido a su situación personal.
Otro factor relacionado con las funciones de un padre, es la de mediar la relación entre madre e hijo, esto es, dejar que la madre cuide al bebé, pero evitar que se forme una relación simbiótica, en la que el niño al crecer y convertirse en adulto no pueda sobrevivir sin la madre. La función del padre aquí es la de separarlos lo suficiente para que esto no suceda, sin dejar que el niño quede solo o descuidado.
En muchos casos vemos a madres solteras que convierten a sus hijos en sus maridos y les dificultan desarrollarse y crecer libremente, pues los niños pueden sentir culpa al querer separase de sus madres incluso para su propio desarrollo. Entonces, lo que las madres solteras deberán hacer es no perder de vista que la persona con la que conviven es su hijo, no su marido y las exigencias que pueden tener sobre ellos tienen que ser exclusivas de su papel como hijos, dejar que se desarrollen aunque eso implique que en algún momento se tengan que ir para que puedan formar sus propias familias.
Y por último, otro miedo constante es el de criar hijos inseguros por falta de padre. Este miedo radica principalmente en que los niños al no tener padre pueden sentir que algo pudieron haber hecho para ser abandonados, sentirse inseguros de sí mismos ante la falta de identificación con la figura paterna. Aquí es importante hacerles saber a los hijos que no es su culpa el no tener a su padre cerca, que ellos no lo causaron y que no hay nada de malo en ellos.
Por todo esto, el reto de estas madres es minimizar en lo posible las consecuencias de la falta de un padre, tanto a nivel económico como psicológico. Una madre soltera requiere mucho esfuerzo, pues la maternidad en sí misma es complicada y hacerlo sola puede ser un reto más, pero no es imposible.
Un punto más que es importante destacar es la importancia de tener tiempo y dedicación no sólo de cuidar a sus hijos, sino también a ellas mismas, pues así disfrutaran de sus hijos mucho más, además de esta manera les enseñarán a sus hijos con el ejemplo que la vida se disfruta y la familia también.
Con todo, y sea cual sea la causa de esta situación, es admirable el coraje de las madres solteras que, aun en condiciones poco favorables, aceptan con valor y amor la vida que han engendrado y tratan siempre de ofrecer lo mejor a sus hijos. Es importante recordar que siempre podremos encontrar apoyo, ya sea con nuestra familia y amigos o con programas para mujeres, en los que se da apoyo psicológico, por ejemplo, la escuela para padres en la que se ayuda a sortear el ser madre soltera de la mejor manera posible.
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