Independientemente de los motivos por los que una relación de pareja se rompe, una ruptura siempre es una perdida, ya que cierra un proyecto de vida al que se habían dedicado muchas ilusiones y energías.
El vacío que puede sentirse después de la separación provoca diversas formas de malestar que pueden ir desde la depresión y la ansiedad hasta insomnio, falta de apetito, fatiga, etc…
Si se dan estos síntomas significa que perdura una unión inconsciente y que no se ha producido la separación interna necesaria para llevar adelante una nueva vida, en soledad o con otra pareja.
Estas señales permiten detectarlo:
Se recurre a la ex-pareja: para aliviar el malestar y la soledad seguimos buscando motivos para volver a encontrarse con la ex-pareja, en algunos casos aceptamos su “amistad” para, de alguna manera, seguir a su lado.
Pensamientos obsesivos en otra persona: siempre la tenemos presente en las conversaciones con los demás y en nuestros pensamientos cuando estamos a solas.
Fantasías de reconciliación: seguimos soñando con recuperar a la ex-pareja aun sin análisis previo de los motivos por los cuales queremos volver.
Dificultad para llevar fechas señaladas: el cumpleaños de la ex-pareja, navidades o un aniversario de noviazgo o de la boda.
Estas señales denotan que permanecen encendidas ciertas brasas del enamoramiento. La melancolía lleva a relacionarse con la pareja como si estuviera presente, negando la realidad. En este caso el proceso de separación está detenido. Probablemente lo que está en juego no es tanto el vinculo amoroso con la ex-pareja, como una mezcla de dependencia y apego hacia ella.
Ya sea a través del intento de continuar siendo amigos o a través de cierta tensión y agresividad, la persona no está rehaciendo su vida y tampoco permite que la ex-pareja lo haga. Conciente o inconscientemente, se utilizan mecanismos para retener el apego por la otra persona en una forma de autoengaño. Y para salir de este callejón es necesario tratar los aspectos de la personalidad que están bloqueados. Si no hacemos ningún análisis de nosotros mismos, nos quedamos en el dolor y este/a ex será como un fantasma para toda la vida.
Recuperar a la ex-pareja.
No hay regla que diga si es bueno o no volver a intentar de nuevo con la pareja. Cuando nos enfrentamos a esa posibilidad antes hay que saber muy bien que es lo que realmente queremos y que sentimos. Es bueno saber “el por qué” de una ruptura. ¿ Qué es lo que ha hecho que relación no funcione ? ¿ Habrá que cambiar algunas cosas para volver a intentar de nuevo ? ¿ Estoy dispuesto para estos cambios, los quiero y los acepto realmente ? ¿ Es el verdadero amor el que me motiva a volver con mi ex -pareja, o es solo dependencia, apego o miedo a soledad ? ¿ Estamos los dos dispuestos a intentar de nuevo una relación juntos ?
¿ Y qué pasa si la otra persona no desea reconciliarse ?
Entonces seguramente nos estaremos auto engañando en que la persona a la que amamos sigue enamorada.
¿ Se puede recuperar a la ex -pareja, aun que ella no lo desea, con La Ley de Atracción ?
Aun que existen mucos métodos que te prometen recuperar el amor de la pareja, sin violar las Leyes Naturales del Universo, porque no traspasan energía de un cerebro a otro sino una información. Para mi sí es violar estas Leyes. La Ley de Atracción nos enseña que atraemos personas , oportunidades, situaciones y cosas que están en armonía con nuestra vibración dominante.
Sigo pensando que el amor es cosa de dos. Y nuestro poder natural se acaba donde empieza el poder natural de otra persona. Para que una relación sea constructiva ambas deben desear libremente tenerla.
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