UNA TEORÍA PARA EL SIGLO XXI
Hay una nueva forma de entender las relaciones. Conocerla te será útilLos psicólogos que investigan los entresijos de las relaciones de pareja se hacen siempre la misma pregunta: ¿qué hace que una relación funcione? Y sus conclusiones son siempre parecidas. Hablan de la importancia de la comunicación, del sexo, de la honestidad… Cada vez sabemos mejor qué elementos hacen que una relación a largo plazo funcione pero, paradójicamente, cada vez los matrimonios duran menos. El número de matrimonios que acaban en divorcio –aunque parece que se han frenado algo con la crisis– no ha dejado de aumentar. ¿A qué se debe esta aparente contradicción?
El psicólogo de la Universidad del Noroeste Eli Finkel ha adelantado en el dominical del New York Times los resultados de una investigación que prevé publicar esta primavera y en la que traza lo que ha bautizado como “una nueva teoría del matrimonio”. Según Finkel y sus colegas, la institución del matrimonio (o la pareja de hecho, que a estos efectos viene a ser lo mismo), ha evolucionado a lo largo del tiempo y, hoy en día, se trata de una relación de “todo o nada”.
Hemos elevado nuestras expectativas respecto al matrimonio y somos capaces de alcanzar niveles nunca vistos de satisfacción marital, pero también de fracaso
“La institución ha evolucionado hacia un mayor respeto de la autonomía individual, particularmente de las mujeres”, explica Finkel. Y esto, según el psicólogo, tiene importantes consecuencias, positivas para algunas parejas, negativas para otras: “El matrimonio medio de hoy es más débil que el matrimonio medio de antaño, pero los mejores matrimonios de hoy son mucho más fuertes, tanto en satisfacción como en bienestar personal, que los de antes”.
Finkel ha estudiado sólo a los estadounidenses, pero sus conclusiones son fácilmente extrapolables al escenario español: hoy en día los matrimonios duran menos, y hay más divorcios, pero es porque las partes ya no están dispuestas a vivir en una relación que no les satisfaga a nivel emocional y que no cumpla con sus expectativas vitales, algo que no era requisito indispensable hasta hace relativamente poco tiempo.
“Nuestra idea principal”, explica Finkel en su artículo, “es que los americanos de hoy en día han elevado sus expectativas respecto al matrimonio y, gracias a esto, son capaces de alcanzar niveles nunca vistos de satisfacción marital, pero sólo si son capaces de invertir una gran cantidad de tiempo y energía en sus parejas. Si no son capaces de hacerlo, su matrimonio pronto será víctima de estas nuevas expectativas”.
Un nuevo matrimonio no apto para pobres
Una de las conclusiones más preocupantes del estudio es que estos nuevos matrimonios del “todo o nada” son mucho más difíciles de mantener en un entorno socioeconómico desfavorable. Las cifras hablan por sí solas. La ratio de divorcios en los años 60 y 70 era similar entre los diversos estratos socioeconómicos, pero a partir de los 80 empezó a divergir. Hoy la brecha es insostenible. Los estadounidenses con educación básica que se casaron entre 1990 y 1994 tienen un porcentaje de divorcio del 46%, entre los que tienen educación universitaria es sólo del 16%. Se trata de una diferencia abismal, de 30 puntos.
Las parejas que pasan tiempo juntos, hablando o compartiendo una actividad, al menos una vez a la semana, tienen más del triple de posibilidades de ser felices en su matrimonio
¿A qué se debe esto? Para las personas con mayores recursos socieconómicos es más sencillo pasar tiempo de calidad con su pareja –pueden, por ejemplo, contratar a una asistenta o una niñera o, al menos, comprarse un fregaplatos–. Y dedicarle tiempo a la pareja es el mayor indicador de la satisfacción marital. Los sociólogos Jeffrey Dew y W. Bradford Wilcox demostraron que las parejas que pasan tiempo juntas, hablando o compartiendo una actividad, al menos una vez a la semana, tienen más del triple de posibilidades de ser felices en su matrimonio.
Las tres cosas que puedes hacer para salvar tu relación
Las conclusiones a las que han llegado Finkel y sus colegas nos ofrecen un importante punto de partida para entender por qué fracasan los matrimonios y, por tanto, para saber qué podemos hacer si queremos tener una vida en pareja más satisfactoria y feliz.
La psicóloga Susan Krauss Whitbourne ha comentando en su blog las investigaciones de Finkel y ha propuesto tres claves para lograr que nuestros “nuevos” matrimonios sean más satisfactorios, duraderos y felices.
1. Identifica tus propias necesidades
Entender qué esperas de una relación es el paso número uno para que esta sea satisfactoria. Si no sabes lo que quieres, no puedes pretender que la otra persona lo adivine. Conocer nuestros propios valores, metas y objetivos nos permite compartirlos con nuestra pareja, para trazar un camino que satisfaga a ambos.
2. Entiende las necesidades de tu pareja
Piensa seriamente sobre qué necesita tu compañero de la relación y, si no lo sabes, pregunta. El comportamiento de tu pareja te dará las claves, pero ante la duda es mejor hablar las cosas cara a cara. Puede que haya cosas que no entendamos, que haya asuntos que para tu pareja son prioritarios y a ti te parecen una chorrada. Si no nos esforzamos por comprender qué cosas son importantes para nuestro compañero, nuestra unión fracasará inevitablemente.
3. Establece formas estables de comunicación
Krauss reconoce que este consejo se ha repetido millones de veces, pero vuelve a insistir en su importancia. En el marco de estos “nuevos matrimonios” de los que habla Finkel, la comunicación no sólo implica compartir tus pensamientos, ideas y sentimientos sobre las situaciones del día a día, además conlleva llegar al fondo de nuestros anhelos. Necesitarás, también, resolver una serie de problemas logísticos para poder pasar más tiempo con tu pareja, y sacar la energía suficiente para entablar el tipo de conversaciones elevadas que requieren los matrimonios de hoy en día.
Fuente:
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-03-08/hay-una-nueva-forma-de-entender-las-relaciones-conocerla-te-sera-util_97667/