Cuando algo es perfecto, hasta las distancias resultan exactas.
Cuando algo es perfecto, hasta los silencios son pacientes… Escuchando a los pacíficos segundos venir uno tras otro, me quedo inerte.
Cuando algo es perfecto, hasta los recuerdos son oportunos, vienen a la mente las sensaciones que calman.
Cuando algo es perfecto, hasta los recuerdos son oportunos, se alejan todos aquellos que insultan mi compromiso de amarte.
Cuando algo es perfecto, no hay más que la parsimonia del viento para llenar ese momento de la ausencia de tu beso.
Cuando algo es perfecto… Es mil veces mejor extrañarte, esperarte, que resentir el momento condenado a terminar por lo injusto del medio.
Cuando algo es perfecto, hasta las dudas se duermen, pareciendo inconscientes, no volverán a despertar y atentar contra lo nuestro.
Cuando algo es perfecto, la esperanza de por fin verte entero frente a mí, calma mi sueño y me da aliento.
Cuando algo es perfecto, feliz despido para siempre el pasado y preparo contenta el espacio donde espero nazca lo nuestro.
Cuando algo es perfecto, mis memorias de ti se sacuden lo vívido y me prometen que tu próximo beso será el mejor.
Cuando algo es perfecto, me entrego a despedirme de todo, lo agrio y lo tierno. Quiero estar lista y limpia para el encuentro.
Aquí, yo, con mi casa amplia, abierta, cálida, esperando… No se confunda en el rumbo, no quiero perderlo.