Toma nota de lo que no debes hacer en la cama si quieres que él se quede…
1. No le preguntes si te quiere. Justo después de hacer el amor lo que menos le apetece es que le preguntes qué ha sentido, si está enamorado de ti, cuánto te quiere. Tampoco es buen momento para hablarle de planes de futuro o sobre su grado de compromiso en la relación. Ponte en su lugar. Fisiológicamente, después del orgasmo los hombres sienten relajación y sueño, no le estropees el momento.
2. No estar a lo que estás. ¿Sueles pensar en la lista de la compra o en el trabajo durante el sexo? ¡No se lo hagas saber a él! Ponte en su lugar. Imagina que mientras le acaricias de forma ardiente, él te comenta que habría que llamar al técnico para arreglar la televisión porque el domingo hay partido.
3. No le compares con tu ex.
4. No te hagas de rogar. Ellos odian que tengas sexo para hacerles un favor o que lo uses para castigarle cuando estás enfadada. Toma nota sobre todo si tienes pareja estable y sueles rechazarle. Ponte en su lugar. ¿Cómo te sentirías teniendo que pedirle que se acueste contigo y encima él te rechaza?
5. No tomar la iniciativa. ¿Siempre es él el que da el primer paso para tener sexo? Eso le cansa a cualquiera, sobre todo si en la cama siempre dejas que sea él quien dirija. Ponte en su lugar. Seguro que no te sentirías muy deseada si tuvieras que ser tú siempre quien se abalanzara sobre él.
6. No planifiques el sexo. ¿Eres de las que están tan ocupadas que hasta busca hueco en su agenda para sus encuentros sexuales? Él odia que quieras tener todo bajo control y seas tan poco espontánea. Ponte en su lugar. ¿Cómo te sentirías si al mandarle un tórrido mensaje diciéndole que le deseas te contestara que tiene que mirar su blackberry?
7. No encender la luz. La única que se fija en la celulitis o las estrías durante el sexo ¡eres tú! A ellos les excita verte: tus movimientos, tus caras, tu cuerpo, tus miradas. Ponte en su lugar. Si él siempre apagase la luz pensarías que no quiere verte y tendrías la sensación de que el sexo, a oscuras, puede practicarse con cualquiera.
8. No querer innovar. Si haces las mismas posturas desde que os conocéis y cada vez que te propone algo nuevo le pones mala cara, lo más probable es que se acabe aburriendo. Ponte en su lugar. ¿Cómo te sentirías si todos los días comieras el mismo menú en casa? A lo mejor intentarías innovar en el restaurante del trabajo…
9. No te sientas fea. A la hora del sexo, los complejos sobran. Si le estás diciendo todo el rato que te sientes fea y gorda, acabará viéndote así. Ponte en su lugar. ¿Qué preferirías? Un hombre seguro de sí mismo que se comporta de forma sexy en la cama aunque tenga barriguita, o ¿uno que cada vez que se quita la ropa te dice que no está contento con sus abdominales?
10. No tocarle. A él también le gustan las caricias y sentir que su cuerpo te atrae. Su pecho y sus genitales también son dignos de ser acariciados… Ponte en su lugar. Las caricias y los preliminares suelen ser una de nuestras reclamaciones habituales, así que no seas tacaña con él.
11. No pongas excusas. El “me duele la cabeza”, “tengo que madrugar” o “tengo la regla” (por tercera vez en el mes) les revienta. Preferirían la verdad o que, de vez en cuando, hicieras un esfuerzo. Ponte en su lugar. Él también trabaja, también está cansado y también tiene sueño.
12. No ordenes ni limpies. Justo después de hacer el amor no es buen momento para ponerte a recoger la ropa tirada, hacer la cama o vestirte. A ellos les apetece disfrutar del momento y sentirte a su lado. Ponte en su lugar. ¿Cómo te sentirías si después de un maravilloso orgasmo él se pone a sacudir las sábanas por la ventana?
13. No ser espontánea. “Mejor en la cama que estropeamos el sofá”, “ahora no que acabo de ir a la peluquería”, “espera que tengo que quitarme el maquillaje”… Ponte en su lugar. Hoy estás juguetona y te apetece hacer el amor justo antes de comer, pero él te dice que tiene que estar pendiente del asado…
14. No usar lencería nueva. La ropa interior cómoda no siempre es la más sexy. A él le apetece verte con conjuntos explosivos, sobre todo si te los ha regalado él. Ponte en su lugar. ¿Qué piensas de los calzoncillos pegados o los tangas? Bajan la libido ¿verdad?
15. No hablar en la cama. No nos referimos a tener conversaciones, sino a decirle lo que te gusta y lo que quieres en la cama. Pónselo fácil y los dos saldréis ganando. Ponte en su lugar. ¿A qué te encanta cuando te pide algo, cuando te dice cuánto le gusta lo que estás haciendo y sus suspiros guían tus manos o tu lengua?
16. No le hables de bebés. Tras una sesión increíble de sexo te aseguramos que lo último sobre lo que le apetece es de la posibilidad de tener hijos contigo. Ponte en su lugar. Le acabas de conocer, no sabes aún si quieres tener una relación con él y ya te dice que estarías guapísima con vestidos premamá.
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