El fenómeno de la estigmatización consiste en una especie de impresión de las santas llagas del Señor en los pies, manos, costado y frente; aparecen espontáneamente, sin ser provocadas por herida alguna exterior y manan periódicamente sangre limpia. Del primero que se tenga noticia fue San Francisco de Asís. En la historia de la Iglesia hay unos 70 estigmatizados canonizados. El más reciente fue el Padre Pío de Pietrelcina de quien usted formula la consulta.
Este fenómeno va precedido por muy fuertes tormentos físicos y morales, que hacen al sujeto semejante a Jesús crucificado. La falta de estos padecimientos es una mala señal, porque los estigmas son el símbolo de la unión con el Crucificado y de la participación en sus tormentos. Si alguien aparece con estigmas pero sin previos tormentos espirituales y morales e incluso físicos (que pueden haber durado varios años antes de que aparezcan estos fenómenos) puede ser explicado o bien a una falsificación o a una neurosis histérica o un engaño diabólico.
Son señales de los verdaderos estigmas, según Tanquerey:
1. Están localizados en los mismos lugares del cuerpo que en Nuestro Señor.
2. En general aparecen los días o tiempos en que se trae a memoria la pasión de Cristo (esto puede no darse en todos).
3.Estas llagas no supuran jamás; la sangre que de ellas mana es pura y limpia; en cambio cualquier otra lesión del cuerpo del estigmatizado supura. No se curan nunca por más remedios ordinarios que se les apliquen y pueden durar años.
4. Producen abundantes hemorragias, a pesar de que parecen estar a flor de piel, lejos de los vasos sanguíneos.
5. Finalmente, y es lo más importante, los estigmas no se encuentran sino en personas que practican las virtudes más heroicas y tienen particular amor a la cruz.
En el caso del P. Pío de Pietrelcina, es indudable que éste es uno de los fenómenos más misteriosos de su vida. Respecto de la posibilidad que se trate de llagas comunes, resulta muy interesante la aclaración del doctor Nicola Silvestri, subdirector sanitario de la casa 'Alivio del sufrimiento' ('Sollievo della Sofferenza'), hospital fundado por el mismo P. Pío en San Giovanni Rotondo (se trata de una conferencia durante el Congreso internacional sobre el Padre Pío, celebrado en el Ateneo Pontificio 'Regina Apostolorum' de Roma del 9 al 10 de abril de 2002; puede ver la noticia completa en Zenit: ZS02041204).
'Desde el punto de vista médico --precisó el doctor Silvestri en su conferencia--, los estigmas no pueden considerarse como heridas o llagas, pues no tienden a cicatrizar ni siquiera cuando son curadas. No sufren procesos de infección ni de descomposición, no degeneran en necrosis, no emiten mal olor, sangran y permanecen estacionarias e inalteradas durante años, contra toda ley de la naturaleza'.
El científico explicó que 'sobre estos fenómenos, la Iglesia es justamente severa y sólo tras rigurosos estudios y controles de médicos y teólogos, se ha pronunciado en un número bastante limitado de casos'. Para reconocerlos como válidos, siguió diciendo, la Iglesia exige ciertas condiciones que deben caracterizar a este fenómeno: deben aparecer todos al mismo tiempo; deben provocar una importante modificación de los tejidos; deben mantenerse inalterados a pesar de las terapias médicas; deben producir hemorragias; deben carecer de infecciones o supuración y de cicatrización instantánea y perfecta. La Iglesia reconoce el fenómeno pero no propone creer con sentencia dogmática o doctrinal en ellos.
Asimismo el doctor Silvestri explicó que existen también casos de falsos estigmas, sobre todo entre personas víctimas de histeria que se provocan ellas mismas las heridas.
Sobre la naturaleza de los estigmas, el doctor Silvestri indicó que 'son múltiples las teorías propuestas por escuelas diversas que intentan negar el carácter sobrenatural de los estigmas'. 'Ninguna de estas hipótesis sin embargo resiste la crítica objetiva y rigurosamente científica. Ni la medicina ni la psicología, y ni siquiera los positivistas intransigentes, como Jean-Baptiste Dumas han podido negar la realidad del fenómeno'. 'Si los estigmas dependieran de fuerzas naturales --explicó--, habrían aparecido en todos los tiempos y se debería encontrar la descripción en la literatura médica, mientras que hasta el siglo XII, cuando aparecieron en el cuerpo de san Francisco, no se había hablado de estigmas'.
'Los verdaderos estigmas hasta ahora estudiados se presentan por sus características internas y externas fuera de todas las leyes que regulan la fisiopatología y hay que considerarlos como fenómenos de tipo sobrenatural', concluyó.
http://www.teologoresponde.com.ar/respuesta.asp?id=104