Cerca de seis u ocho horas diarias las pasamos dormidos, y en ese largo tiempo de reposo, soñamos, vagamos por otras dimensiones desconocidas, que no recordamos claramente al despertar, algunos sueños son tan aparentemente reales que cuando abrimos los ojos no sabemos a ciencia cierta, si lo que hemos vivido en las regiones oníricas es la realidad o son sólo eso, meras quimeras, ilusiones que pasan sin dejar huella quizá en nuestra vida.
Los sueños han apasionado a los pensadores de todos los tiempos, son un enigma por resolver, tratemos de levantar un poco el velo que protege el misterio de los sueños.
Existen diferentes tipos de sueños, entre los que podemos mencionar los siguientes:
1. Sueños fisiológicos y cotidianos.
2. Sueños simbólicos y de enseñanza.
3. Revelaciones.
1. Sueños fisiológicos
Son producto del funcionamiento mental y cerebral de todos los días, al descansar la mente sigue en actividad produciendo este tipo de expresiones oníricas. Se forman con el material que hemos recibido a través de los cinco sentidos y las experiencias cotidianas.
También influyen en su formación los deseos no realizados, los temores y toda la gama de emociones que conforme nuestra vida diaria, hemos vivenciado en nuestro interior, no necesariamente son producto de experiencias concretas, pueden ser imágenes que hemos presenciado en una película, o bien al leer un libro o escuchar una canción.
Este tipo de sueños está relacionado con lo que estamos viviendo física o mentalmente, y luego en el nivel subconsciente se estructuran partes de esta variada información y se mezclan creándose una especie de historia, muchas veces sin una relación lógica determinada, la cual nos muestra como está nuestra vida personal funcionando en aquellos aspectos muchas veces desconocidos para la parte consciente de nuestro ser.
Básicamente observamos el binomio deseo y temor, es decir atracción y alejamiento; en este tipo de sueños se manifiestan los aspectos más elementales de nuestra naturaleza humana, lo que está más cerca de lo fisiológico y de lo instintivo.
Desempeñan un papel muy importante en el equilibrio psicofísico de nuestra personalidad, porque podemos sin afectar a nadie ni a nosotros mismos satisfacer ciertos deseos y anhelos ocultos, lo mismo que liberar temores que de otra forma nos afectarían en nuestras actividades del estado de vigilia. Incluso las pesadillas son ya de por sí la liberación de miedos guardados en el subconsciente, de esta manera limpiamos la mente de esas imágenes dañinas y así ya no tienen poder sobre nosotros. Por otro lado se ha descubierto la necesidad que existe de soñar para mantener el equilibrio mental, tal y como ya lo hemos visto en capítulos anteriores.
2. Sueños simbólicos
Este tipo de producción onírica es diferente a los sueños fisiológicos, su temática está basada en otro orden de ideas, se puede decir que trascienden lo cotidiano, lo físico e incluso lo personal de tipo egoísta. En esto radica la diferencia con respecto a los sueños de tipo fisiológico, aparecen imágenes que no tienen relación directa con lo conocido habitualmente, son situaciones que implican otra lógica, un desarrollo diferente en la secuencia de los diferentes sucesos que están implícitos en el sueño.
Es importante mencionar que cada símbolo está en armonía directa con el soñador, es decir, si queremos entender el significado de estos sueños debemos de tomar en cuenta en primer lugar al sujeto que tuvo el sueño, su situación personal, las circunstancias que está viviendo; es por eso que las interpretaciones generalizadas no funcionan, porque cada uno de nosotros somos diferentes, y aún la misma persona puede ir cambiando en el transcurso del tiempo, por lo que un mismo símbolo puede significar algo distinto dependiendo del momento que está vivenciando el sujeto en cuestión.
Sin embargo sí existen símbolos de tipo universal, conocidos como arquetipos, los cuales aparecen en los sueños a través de las edades e incluso en diferentes países, representan ciertas enseñanzas de carácter especial, que son válidas para la gran mayoría de los individuos, aún así debemos de adaptar la interpretació n siempre a nivel personal del sujeto que está teniendo dicho sueño.
Estos sueños simbólicos son más interesantes e instructivos que los del primer tipo, a través de ellos podemos aprender lecciones muy importantes, e incluso recibir avisos y mensajes de vital importancia.
Se ha descubierto que tanto la mente subconsciente como el nivel supraconsciente utilizan el lenguaje simbólico para la comunicación con el aspecto consciente de la mente. Los símbolos son muy variados, entre los más comunes en cuanto a su origen tenemos los siguientes:
· Objetos diversos de uso cotidiano o bien de procedencia antigua, hasta algunos totalmente desconocidos por el sujeto soñador.
· Elementos de la naturaleza, tal y como los conocemos o transformados en su forma o en su color: agua, viento, sol, estrellas, nubes, cielo, tierra y otros.
· Imágenes del mundo vegetal o animal, con sus correspondientes modificaciones.
· Personas o seres relacionados con lo humano.
· Lugares existentes o históricos, o de otros planetas o dimensiones.
Es muy conveniente tener la costumbre de recordar nuestros sueños al despertar, y anotar aquellos que más nos han impactado, para posteriormente buscar su interpretació n consciente.
3. REVELACIONES
Son experiencias reales en otras dimensiones que todos los seres humanos tenemos, pero que no reconocemos ampliamente debido al hecho de que se tienen cuando estamos dormidos. Fácilmente se confunden con los sueños normales, ya sean de tipo fisiológico o simbólico, lo cual se debe a un fenómeno natural de que al despertar las impresiones que hemos recibido en esas dimensiones superiores, se entremezclan con los sueños que se han tenido durante la noche, es por ello la dificultad de poder descifrar correctamente dichas experiencias. Con la práctica es posible aprender a diferenciar estas vivencias reales de lo simbólico o incluso de lo cotidiano de los sueños fisiológicos. Si utilizamos esta clave de discernimiento será más fácil separar las diferentes partes de lo que recordamos al despertar.
Supongamos que alguien al despertar se acuerda de ciertas situaciones oníricas, entonces lo primero que hacemos es tratar de recordar toda la historia con sus detalles; luego separamos en tres esquemas la historia completa, vemos lo que es cotidiano, lo que se relaciona con la vida diaria, con nuestros deseos y temores básicos; en segundo lugar todos los símbolos que aparecen en el sueño y en tercer lugar lo que queda fuera de estos dos tipos de imágenes, aquello que es trascendente, que escapa a nuestros conocimientos normales y que incluso nos impacta en forma muy especial. De esta manera tendremos una herramienta de interpretació n personal de nuestros sueños y sobre todo de las revelaciones, que son vivencias reales en dimensiones superiores.
Las revelaciones se producen al proyectar nuestra conciencia fuera del cuerpo físico y viajar en el cuerpo psíquico, muchas personas hemos tenido estas experiencias de lo que se llama un viaje astral o un desdoblamiento consciente. Normalmente se realizan cuando ya estamos dormidos, es por eso la confusión de muchas personas de no lograr diferenciar estas experiencias de los sueños normales, pero hay algunas revelaciones que se tienen muy limpias, es decir, la persona despierta justo en el momento de terminar la vivencia y entonces no se mezcla con las impresiones de los sueños, y queda el recuerdo en la mente consciente de lo que se ha vivido en esas regiones no físicas.
Hay otros casos en donde la persona no está dormida, sino en un estado de relajamiento muy profundo, como el nivel alfa, y tiene la experiencia conscientemente; al principio y en muchos casos el sujeto experimenta miedo, debido a las ideas previas asociadas con la muerte, la persona está sintiendo como se está separando del cuerpo material, en ese momento su mente subconsciente lo asocia a la idea de la muerte, y lo que sucede es que vuelve al cuerpo físico rápidamente. Cuando este fenómeno se repite en forma involuntaria el sujeto comienza a aceptarlo y siendo esta realidad algo muy especial casi siempre después le nace la inquietud de estudiar e investigar sobre este tipo de fenómenos.
Existe otro caso en relación directa con esta situación, y son aquellas personas que quieren tener la experiencia del desdoblamiento en forma voluntaria y consciente, y comienzan a practicar para provocar dicha vivencia, los que lo han logrado han aportado sus testimonios para corroborar que es una realidad la existencia del cuerpo sutil o psíquico y que nosotros no somos el cuerpo material, sino estamos por ahora expresándonos en este vehículo físico para tener experiencias en este mundo tridimensional.
Con estas vivencias se comprueba una vez más que la muerte es sólo un cambio de conciencia y de vehículo de expresión, de ninguna manera es la terminación de nuestra vida, porque somos seres eternos a imagen y semejanza de Dios.
Aún cuando los desdoblamientos pueden realizarse a voluntad sin necesidad de dormirse, no recomendamos que se busquen estas experiencias por curiosidad solamente, es como iniciar un viaje sin contar con un guía, ni llevar un mapa para saber a donde vamos a ir; para evitar sorpresas desagradables es mejor dejar que la ley divina que regula todas nuestras acciones, nos conduzca de la mano por esas regiones desconocidas cuando ya sea el momento apropiado para nosotros. Por eso es preferible tener la revelación al estar dormidos, de esta forma estamos protegidos de cualquier interferencia indeseable.
Estas vivencias se conocen como proyección de conciencia, porque es como si nuestra conciencia, que es la facultad de darnos cuenta de las cosas, se expandiera más allá de nuestra capacidad habitual, se conocen también como desdoblamiento porque el cuerpo psíquico se separa del vehículo físico al proyectarse fuera del mismo y viajes astrales a las experiencias en el plano psíquico o astral, porque se incursiona en dichos planos de conciencia o dimensiones superiores.
Las revelaciones que se reciben gracias a estas vivencias extrasensoriales pueden ser de varios tipos, veamos algunas de ellas:
1. Vivencia de tiempo presente pudiendo percibir el plano físico en el lugar donde vivimos o bien viajando a otros países, se conocen lugares o se puede comunicar uno con personas conocidas que hace tiempo no vemos, o que viven en otros lugares muy distantes.
2. Vivencia de tiempo presente pero en otras dimensiones no físicas, conocer la vida en otras manifestaciones, contactarse con seres superiores y recibir sus enseñanzas sublimes. O bien viajar a otros planetas y conocer las humanidades que los habitan.
3. Vivencia de recuerdo del pasado, sobre todo de situaciones que de alguna forma tienen alguna relación con nosotros, probablemente de nuestras vidas anteriores.
4. Vivencia relacionada con un posible futuro, una especie de profecía que nos sirve para prepararnos a esos proyectos que pueden llegar a realizarse.
Del libro: EL SENDERO DE LA PAZ Y LA ARMONÍA INTEGRAL
Autor: Rolando Leal
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