La sonrisa debería ser un elemento más de nuestro vestuario.
Habría que salir de casa con ella puesta.
Ofrecérsela a las personas que se crucen en nuestro camino.
La risa es innata al ser humano, no necesitamos aprenderlo. Reírnos inteligentemente a los 4 meses de edad. Pero... Cada vez más reímos menos. Un niño/a de 6 a 10 años se ríe alrededor de 300-400 veces al día, mientras que las personas adultas lo hacemos entre 14 y 80 veces, existiendo incluso personas que no sienten dicha necesidad. Hace 50 años reíamos un promedio de 15 minutos al día. Actualmente ese tiempo se ha reducido a 5 minutos, cuando la dosis recomendada debería ser de media hora.
¿Qué ha pasado por el camino? La respuesta es sencilla: el sentido del humor se ha ido perdiendo poco a poco. Reímos cada vez menos debido a la importancia que le atribuímos a los acontecimientos que nos ocurren en la vida (los problemas diarios), en trabajo, con la familia, en el amor..., las experiencias consideradas traumáticas han ido modificando nuestro carácter. La buena noticia es que esto se puede cambiar.
La importancia de una sonrisa
Las personas en términos generales pensamos bajo este paradigma: "Cuando lo consiga seré feliz" ¿Debemos por tanto esperar a reír cuando nos llegue la felicidad? Desde mi punto de vista (es solo mi opinión) NO. ¿Por qué no reímos antes, durantes y después?
La sonrisa es un elemento clave importantísimo para que alcancemos nuestras metas y logremos el éxito (en términos generales) en nuestra vida tanto a nivel personal como profesional. A través de ella reflejamos nuestra esencia y personalidad, transmitimos una actitud positiva, que nos refuerza ante uno de nuestros grandes frenos ,“El Miedo”; y nos abre puertas a la hora de entablar relaciones sociales en lo personal y en lo profesional. ¡Es nuestra mejor tarjeta de presentación!.
La risa y/o la sonrisa, tiene innumerables beneficios en la salud, el bienestar y la actitud. Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de energía negativa, y esta teoría se demostró científicamente cuando se descubrió que el cerebro libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.
Cuando sonreímos nuestro cerebro genera endorfinas, y desciende los niveles de cortisol y adrenalina, reduciendo nuestro nivel de estrés, haciéndonos sentir mejor. Incrementa la producción de anticuerpos, y nos ayuda a rebajar el temor, la angustia (estrés), la ira…, relajándonos, mejorando el estado de humor ya que se produce un cambio de actitud mental, favoreciendo la disminución de enfermedades (en términos generales) ya que genera deseos de recuperación. Según comenta José Elías un minuto de risa equivale a 45 minutos de relajación.
José Elías psicólogo experto en risoterapia, comenta que la sonrisa también nos ayuda a confiar más en nuestras cualidades. Además, influye en nuestra motivación y en nuestra predisposición. “Aunque no consigamos a la primera o la segunda salir adelante, vamos a perseverar más y estar más motivados para alcanzar los logros que queremos”.
Así pues, los efectos de la risa se traducen en energía positiva que contribuye al buen estado físico y mental de las personas, así como al incremento de la alegría, la esperanza y el optimismo, que son motores necesarios en el desarrollo de nuestro SER.
Es verdad que todas las personas no somos iguales, no tenemos el mismo sentido del humor, algunas personas son más pesimistas, otras más optimistas pero hay intentar conseguir siempre una actitud positiva ante la vida. Crear una mentalidad ganadora.
¡Sonríe más! ¿Cómo lograrlo?
1. Relaja tu estilo de vida y bájale las preocupaciones. Toma la vida con calma. No hagas tantas cosas ya que no significa que entre más actividad mas felicidad, tampoco tengas una vida sedentaria, equilibra tus actividades y ten tiempo para divertirte. ¡Busca tu justa medida! Aprende a decir stop.
2. Haz cosas que te gusten. Busca en tus aficiones, en tus pasiones…Si salimos de casa sabiendo que ese día vamos a hacer algo divertido, algo que nos hace disfrutar, ese día nuestra mente lo enfoca de manera muy diferente.
3. Haz deporte. No quiere decir que tengas que apuntarte al gimnasio y destrozarte físicamente la primera semana. Realiza acciones simples como, salir al parque a caminar, a correr, a patinar; ir a bailar; jugar algo con amigos. El hecho de “salir a…”, ya hace que cambiemos mentalmente de actitud.
4. Comparte tiempo (aunque sea media hora, un almuerzo, un ratito) con amigos o gente que aprecies, que te caiga bien. Hace que mejoremos mucho anímicamente, ya que entablamos conversaciones, nos relajamos…
5. Rodéate de gente positiva. Para ser más feliz hay que tener amigos/as. Estate en contacto con personas que te hagan pasar momentos divertidos, que te brinden apoyo y que te hagan sentir feliz. Te ayudarán a mejorar tu optimismo.
6. Cultiva tu optimismo. El optimismo es una actitud basada en la manera de percibir y evaluar una situación, y sus probables resultados.
7. Agradece lo que tienes (aunque consideremos que sea poco). Agradecer la comida que tenemos para hoy, agradecer por la familia, la pareja, hijos, trabajo, hogar… Muchas veces queremos más y más pensando que “la vida” no ha sido favorecedora con nosotros, pero si te detienes un momento, piensas y analizar qué es lo que tienes y das gracias por las simples cosas que te rodean o te suceden, es ahí cuando te darás cuenta que en realidad “la vida” no es tan mala como parece. La fuerza de decir Gracias.
8. Abraza. Los afectos y contactos físicos son parte de nuestro crecimiento, ya que el simple contacto físico nos ayuda a mejorar nuestro estado de animo, e incluso, en muchas ocasiones, nos produce emitir una sonrisa.
9. Disfruta de los ratos libres (aunque sea solo 30 minutos) para seguir haciendo aquellas cosas que te guste o para no hacer nada en particular: Leer, ver la tele, ir al cine, descansar…
10. Enfoca tu atención en cosas bonitas y que te inspiren. No podemos esperar sentirnos muy animados si estamos viendo continuamente en los medios de comunicación noticias catastróficas, películas de dolor y miedo, o le damos más importancia a pensamientos negativos y destructivos. Recuerda que uno se convierte en aquello a lo que presta su atención. Así que trata de ver y mantener un pensamiento de cosas que te hagan sentir bien, feliz, creativo/a.
11. Mira dentro de ti (Introspección). Toma el tiempo para averiguar lo que realmente te pone triste o desanimado/a y pregúntate qué puede hacer TÚ ara cambiar eso. Procura no huir del dolor ni de lo que sientes sólo porque “te sientas mal”. Muchas veces decimos “no me importa” cuando si nos importa.
12. Aprende a ser feliz. Se puede. "La felicidad generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días" Benjamin Franklin
Más razones para no dejar de sonreír
Como ya hemos visto los beneficios de la risa son múltiples y se extienden a todos los niveles, tanto físicos como psicológicos. Para José Elías ”aprender a reír o tener buen humor es aprender a percibir las cosas desde ópticas más agradables".
Ayuda a superar los problemas. Cuando tenemos buen humor ganamos autoestima y percibimos la realidad desde una mejor visión. Se está más receptivo, más abierto a cualquier situación que suceda, en vez de darle la espalda cuando nos ponemos tristes. Esto repercute en nuestra actitud (forma de afrontar las situaciones): Vemos posibilidades de salida. El buen humor desarrolla la creatividad pudiéndose encontrar mejores soluciones a los problemas.
Según José Elías, cuando generamos un buen estado de ánimo las cosas funcionan mejor. Al vernos mejor, también vemos mejor nuestro entorno. Eso te incita a moverte, pero reír por reír no lleva a conseguir nada.
“Las personas que se ríen, que tienen sentido del humor, soportan mejor las contrariedades de la vida”.
No se trata de estar contento todo el rato. Tampoco de reír sin parar. Es normal que ciertas situaciones provoquen tristeza o miedo. Pero el sentido del humor permite dar a esos momentos su justa importancia. Cuando ocurre algo fuerte o traumático, es lógico y necesario pasarlo mal. Lo importante es salir de esa situación rápido. Hay que ver las cosas con optimismo y darse cuenta de que la vida sigue.
La sonrisa es una de las más bellas armas con la que contamos para defendernos del dolor. Encarar cada día con una sonrisa no solucionará todos nuestros problemas, pero nos ayudará a sentirnos mejor ya que alienta los sentimientos positivos.
Nuestra actitud se contagia y nuestra sonrisa también. Si llegamos a algún lugar (sala de espera, metro…) alegres, con la mirada hacia delante (no mirando al suelo), erguido, con una amplia sonrisa y saludando a las demás personas el ambiente se carga de esa energía propagándose haciéndose el ambiente más agradable (en términos generales).
“Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe darla.”
Entregar una sonrisa a otra persona es uno de los mejores regalos que le podemos hacer. Es desearle lo mejor, regalarle un trocito de magia y felicidad, es una forma de transmitir positivismo, optimismo y ganas de vivir. Lo bueno de regalar una sonrisa, es que también revierte en nosotros. Cuando sonreímos, lo hacemos también para nosotros.
Y como dijo la Madre Teresa: “No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.”
Aumenta el rendimiento laboral. El sentido del humor también es bueno en el ámbito laboral. Si ríes en tu trabajo estarás más contento y relajado, y esto ayuda a mejorar tu rendimiento. Esta ecuación funciona en todos los miembros de una empresa.
Suaviza las expresiones faciales haciéndonos ver más atractivos/as y sentirnos más jóvenes. Los músculos que utilizas al sonreír levantan las facciones lo que te hace inmediatamente tener un aspecto más joven.
...
La vida es demasiado corta para cargarnos de pensamientos negativos porque las cosas no nos están saliendo como deseamos. Cuando una situación se vuelva dura y complicada, aunque nos cueste y nos duela, pensemos en algo positivo sobre ello y sonriamos, verás como nos ayuda a ver la situación de una mejor forma. Quizá al principio no nos salga del todo natural, pero muchas veces lo físico se transmite a lo mental y anímico, así que si nos esforzamos por sonreír, nos llegaremos a sentir mejor y después de unos minutos esto se torna en un efecto natural.
"A veces, tu alegría causa tu sonrisa, pero también hay veces en las que tu sonrisa puede causarte alegría". Thich Nhat Hanh
“Cuando estés alegre sonríe. Cuando estés triste, sonríe. Cuando estés de mal humor, también sonríe. Una sonrisa expresa felicidad: si estás en problemas y sonríes, sin querer lo estarás solucionando.”
Cada vez que la vida te de cien razones para llorar, enséñale que tú tienes mil razones para sonreír.
Con tu sonrisa haces el mundo más bello. Thich Nhat Hanh
¿Qué motivos tienes para sonreír hoy?
¿Qué esperas para ponerlos en práctica?
Os comparto un texto atribuído a Gandhi sobre el poder de la risa:
"La risa no cuesta nada y produce mucho.
Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.
No dura más que un instante, pero su recuerdo a veces es eterno.
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella.
Nadie es demasiado pobre para no merecerla.
Da felicidad en el hogar y apoyo en el trabajo.
Es el símbolo de la amistad.
Da reposo al cansado.
Anima a los más deprimidos.
No se puede comprar, ni prestar, ni robar, pues no tiene valor hasta el momento en que se da.
Si alguna vez se tropieza con alguien que no sabe dar una risa sea generoso y déle la suya.
Nadie tiene tanta necesidad de una risa como el que no puede dársela a los demás"
http://blog.fatimabril.es/2013/06/el-poder-de-una-simple-sonrisa.html#more