Los problemas relacionados con el estrés o la ansiedad son una de las consultas más frecuentes en medicina y en psicologia: personas que consultan porque notan una serie de síntomas físicos muy alarmantes, como dolores abdominales, sudores, dolores de cabeza, tensión permanente, sensación de pérdida de control, de mareo, embotamiento, taquicardia etc ...
Todos estos síntomas físicos tan alarmantes y tan desagradables provocan consultas frecuentes al médico, o incluso, que vayamos a urgencias, alarmados por la fuerte sintomatología física, pensando que vamos a sufrir un ataque al corazón , o que padecemos alguna enfermedad grave, y es el médico, en la gran mayoría de las ocasiones, el que después de una revisión nos dice que es estrés o ansiedad recetándonos, normalmente , algún ansiolítico.
La ansiedad es una emoción normal, que todos experimentamos ante situaciones de peligro o que exigen una respuesta de alerta: por ejemplo, la persona que va a hacer un examen o una entrevista de trabajo, tiene niveles moderados de ansiedad, que generalmente preparan mejor para afrontar la situación que nos toca vivir.
Lo mismo sucede con el deportista que va a enfrentarse a unas pruebas, por ejemplo, el futbolista que sale al campo a jugar un partido, siempre sale con niveles moderados de ansiedad, que repercutirán en un mejor rendimiento.
El problema es cuando esta ansiedad que nos protege, se dispara en situaciones en las que no nos enfrentamos a un peligro real.
Es entonces cuando nos causa mucho malestar y entramos en una dinámica muy dañina: nos sentimos mal, padeciendo muchos síntomas físicos desagradables como los que antes mencionábamos y al mismo tiempo, pensamos que estamos en una situación de peligro.
Dichos pensamientos generan más síntomas físicos y además van minando poco a poco nuestra confianza y seguridad en nosotros mismos.
Cortar estos círculos viciosos en los que nos metemos, empleando terapéuticamente estrategias eficaces, es la mejor manera, para volver a controlar la ansiedad y que no nos cause malestar.
Por eso, el tratamiento de elección en los problemas de ansiedad es siempre el afrontamiento de situaciones que nos dan miedo, además de un adecuado manejo de pensamientos y técnicas de distracción y relajación combinadas.
Autor: Teresa Díaz Bada.