¿Verdad que te suena? ¿Quien no ha pronunciado esta frase en su vida? Creo que tod@s lo hemos hecho en un momento u otro de nuestra niñez o adolescencia. Siempre me ha parecido absurdo y en mi casa se ha hecho mofa de la frase que titula este post. El profesor se levanta con la única finalidad de amargarte la vida, no tiene nada más interesante que hacer, eres tan importante que eres el foco y el centro de su vida. Ridículo ¿verdad? Pues la cuestión es preocupante cuando esta frase se sigue pronunciando en la madurez. De eso va este post.
Demasiadas personas lo siguen haciendo a lo largo de su vida. El mundo (aquí podemos cambiar el mundo por karma, destino, designios divinos o lo que mejor nos plazca) tiene la culpa de su existencia, de que las cosas no salgan como desea, de que sus anhelos no se cumplan… (Había una canción años atrás que decía: “Soy rebelde porque el mundo me hizo así”) y ell@s no tienen ninguna responsabilidad. Es fácil cargar contra otr@, yo me quejo, y como no puedo hacer nada, porque la responsabilidad esta fuera de mí, no actúo. Guay ¿verdad?
Podemos decir que es una falta de madurez, de responsabilidad, de coraje, y ocurre con demasiada frecuencia como para mirar hacia otro lado. Cuando te descubres en un comportamiento de este tipo, ¡preocúpate! Debes hacerlo, quiere decir que no estas gobernando tu vida, que bajo la excusa de no asumir tú responsabilidad no estas haciendo, no estas siendo, y hasta cierto punto es lícito vivir así, tu lo elijes, lo que ya no lo es, es estar sosteniendo la queja día tras día.
Puedes no actuar, es tu libre derecho, lo que no puedes hacer es andar a la caza y captura de los culpables de tu vida. Tus padres, porque hicieron o no algo. Tu pareja o expareja porque actuó de tal o cual forma. Tus jefes por ser como son. Tus amigos por más de lo mismo. El azar porque no te sonríe y a los demás si. Por ser alto, bajo, gordo, flaco… Ufff no se acaban los motivos. Agotador.
Siempre el buscar los culpables de mi vida me ha parecido melodramático. Y no hay mejor antídoto contra el melodrama que el humor. Así que una muy buena herramienta para deshacernos de este comportamiento es cargarlo de humor, casi de histrionismo. Seamos excesivos en ello.
Piensa en la situación que suscita tu frase. Senténciala con firmeza. Recréala con todo lujo de detalles y entra en ella. Ahora empieza por ti mism@ exagerando el comportamiento hasta que resulte ridículo. Culpabiliza más al otro, todavía un poco más, no te quedes cort@. Y ahora sal de la escena, mírala desde fuera. ¿Qué te parece?
Puede parecerte un ejercicio simple y hasta absurdo, pero te animo a practicarlo y verás como funciona, es mágico.
Y ahora necesito de tu cooperación
¿Quién o quienes son los culpables de tu vida?
¿En que comportamiento te sorprendes buscando culpables?
¿Con que situación y cuando vas a empezar a practicar este ejercicio?
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