Dejaré de pensar
aunque sea por instantes,
dejaré de soñar
aunque en blanco deje mi mente,
dejaré de desear
aunque mi fuego se apague,
dejaré de querer
aunque me convierta en un doliente,
dejaré que la noche
con su soledad me aprese,
dejaré que los pesares
se vayan con su suerte,
dejaré que todo esto que sentiré
me nutra de reflexiones,
dejaré que mi ser
de algún modo aflore.
Autor: Ramón Morales - Derechos Reservados © - Caracas - Venezuela