La proyección o viaje astral es un fenómeno controversial y bastante discutido en libros, películas y foros. En pocas palabras, una proyección astral es una experiencia en la cual el cuerpo astral se separa del cuerpo físico y se moviliza libremente en un plano sutil.
El viaje astral puede ser espontáneo – en sueños, estados de coma o después del consumo de drogas – o intencional – con meditación o ejercicios para alterar la consciencia – y existen diferentes recuentos de la experiencia, pero poca evidencia al respecto.
Las proyecciones astrales son consideradas experiencias por fuera del cuerpo, ya que el individuo puede verse a sí mismo (el cuerpo físico) desde una distancia.
La revista Science (Ciencia) publicó un estudio en el 2007 del Dr Henrik Ehrsson, en el UCL Institute of Neurology, en el cual más de 40 personas fueron inducidas a niveles alternos de conciencia. Cada participante recibió unos lentes de realidad virtual con dos pantallas que proyectaban imágenes alternas en vivo desde cámaras localizadas a los lados y atrás de su cabeza, produciendo una imagen en tres dimensiones de sí mismos. Los investigadores entonces tocaban con un palo el pecho de la persona y con otro, el pecho de la proyección. La mayoría de individuos sintieron estar detrás de sí mismos y percibir el toque aún cuando éste sólo era en la imagen proyectada.
Los participantes también fueron sujetos a situaciones en las que la proyección de sí mismos era “amenazada” de alguna manera. Todos los participantes mostraron un incremento en los niveles de sudor y en las palpitaciones del corazón, aún cuando su cuerpo físico no estaba siendo tocado o amenazado.
El propósito del estudio era replicar una experiencia fuera del cuerpo y evaluar si primero, se podía inducir aún cuando el individuo no tenía conocimiento de lo que se hacía, y segundo, si los participantes realmente podían ver y sentir su cuerpo desde una distancia o en una imagen proyectada.
Los viajes astrales han sido practicados por miles de años y en ocasiones considerados como herramientas para la claridad espiritual y la iluminación. Se dice que durante ellos, el cuerpo astral puede viajar libremente a cualquier lugar del mundo y a otras dimensiones, y así mismo recibir mensajes místicos sobre su existencia o el propósito de su vida.
Al proyectarse astralmente, el cuerpo astral no se separa totalmente del cuerpo físico. En realidad los dos se mantienen conectados a través de un cordón de luz plateada. Algunos metafísicos afirman que este cordón va del ombligo físico al ombligo astral. Otros dicen que la conexión es a nivel de la médula o de los chakras.
De cualquier manera, el cordón plateado no puede ser destruido ni despegado de los cuerpos y es lo que se cree hace que la persona retorne al cuerpo físico. En algunos casos, cuando el cuerpo físico es estimulado sensorialmente, el cordón plateado envía el mensaje al cuerpo astral que prontamente es llamado a retornar. Se dice que lo que algunas personas viven “en sueños” como una caída, es precisamente la caída del cuerpo astral en el cuerpo físico después de una “llamada de alerta.
Los recuentos más antiguos sobre viajes astrales se encuentran en la herencia egipcia de hace más de 4,000 años. Los dibujos encontrados en artefactos o pirámides ilustran conocimiento sobre un cuerpo despegándose de otro y retornando a la unión después de algún tiempo. Según lo que se sabe, los viajes astrales se practicaban intencionalmente y en grupos.
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