De acuerdo con los practicantes de QiGong, una milenaria forma de sanación energética, propia de la medicina tradicional de China, el alma humana es el asiento de todas las emociones y sentimientos. Según ellos, el alma irradia energía en todas las direcciones, de la misma manera que lo hace el sol, y es responsable de la vida, la salud, la formación y el crecimiento del cuerpo. El alma "sabe" qué necesitamos para la sobrevivencia física en cada circunstancia.
Ustedes habrán oído muchas veces que "los ojos son el espejo del alma", una creencia también sostenida por los taoístas que practican QiGong y una de las razones por las que sus diagnósticos incluyen un examen atento de los ojos.
Cinco espíritus que forman el alma
El alma para la medicina china estaría compuesta de cinco espíritus o cinco Shen. Para Occidente donde las ideas que tenemos sobre el cuerpo humano proceden de la medicina convencional, la cual se centra en los aspectos físicos del cuerpo, es a veces difícil entender conceptos holísticos como los que encontramos en la medicina tradicional china. Pero para los chinos el cuerpo humano es multidimensional. Los órganos alojan dichos "espíritus" y estos espíritus configuran el alma humana.
Los cinco espíritus son Shen, que reside en el corazón; Hun, que reside en el hígado; Po, en los pulmones; Yi, en el bazo y Zhi, en los riñones. También se cree que hay emociones peculiares asociadas con cada uno de estos órganos.
Cuando Hun abandona el cuerpo
En el caso de Hun, un espíritu que se cree reside en el hígado, éste en ocasiones deja el cuerpo y vagabundea por su cuenta. Este fenómeno, según los practicantes de QiGong, explicaría aquellos estados de disociación que van desde esos momentos en que estamos en las nubes hasta aquellas enfermedades mentales donde el individuo pierde completamente el sentido de tiempo y espacio e incluye estados como un coma o el estado de sueño. La duración y gravedad de la disociación dependería del tiempo en que Hun abandona el cuerpo. La creencia es que cuando lo abandona completamente, la persona muere.
Por eso el QiGong incluye prácticas, por cierto muy similares a las usadas por psicoterapeutas occidentales, para recuperar el alma.
Cuando se recupera el alma, el individuo regresa a tener plena salud y harmonía.
Razones por las que Hun abandona el cuerpo
Una manera en la cual el alma puede forzarse a abandonar el cuerpo es experimentar un shock severo por ejemplo durante un accidente, una cirugía o alguna forma de maltrato. En estos casos Hun huye para poder sobrevivir el impacto del trauma.
La psicología occidental usa un concepto similar cuando explica la causa de las disociaciones típicas de una persona que ha sido sexualmente abusada en la temprana infancia.
Cuando Hun abandona el cuerpo, la persona experimenta enojo, miedo y dolor emocional. Y cuando la persona es negligente frente a las necesidades espirituales del alma humana, puede empezar a presentar síntomas como las adicciones, las obsesiones, la violencia o una depresión profunda.
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