Relacionada específicamente con nuestro primer chakra, la tierra se conecta con nosotros como una energía que nos da una seguridad ontológica o esencial digamos; la seguridad de protección emocional, de la posibilidad de sosiego y de confianza en la vida. El primer chakra tiene cualidades masculinas pero la tierra tiene cualidades femeninas. Si estamos conectados con ella, estas pulsiones de fuerza y acción se conjugan con cualidades femeninas como la aceptación, la paciencia, la lealtad, la receptividad, la cooperación y la sabiduría.
En nuestro primer chakra reside y se asimila la energía de la tierra. Saber identificar y escuchar nuestras necesidades vitales, el contacto con el cuerpo, que es nuestra manifestación más concreta para desenvolvernos en el mundo y que debemos honrar, las condiciones de vida que necesitamos para sobrevivir y evolucionar desde la mente hasta el cuerpo y el espíritu, es parte de este primer chakra.
Revitalízate con verde
¿Has notado cómo cuando estamos cerca de la naturaleza nos sentimos revitalizados y felices? Esto es porque somos parte de la tierra: nos da vida, equilibrio y fortaleza. Entrar en contacto con la naturaleza y sentir sus posibilidades, la vida que la caracteriza y su riqueza es una manera de estimular el primer chakra. La abundancia de la naturaleza y el bienestar que provee, además de las condiciones que nos ofrece para protegernos, acogernos, sostenernos y darnos todo lo que necesitamos, nos ayudará a calmar los temores ante la falta de recursos materiales y a sentirnos con la seguridad material y emocional que necesitamos para vivir.
Si estás cerca del campo, tómate una tarde para hacer un paseo, o simplemente busca un parque donde puedas detenerte un rato a recargarte de energía, ver verde, sentir el prana de los árboles, y los animales que habitan la naturaleza, meditar. Siente cómo tu eres parte de una fuerza viva y poderosa. Puedes quitarte los zapatos y sentir la hierba en tus pies, para darte raíz, y puedes practicar algunas posturas de yoga que te conectan con las partes de tu cuerpo regidas por el primer chakra y aquellas que favorecen las cualidades de este centro de energía. Presenciar un amanecer o ver una puesta de sol nos conecta con esta energía vital (el Ayurveda relaciona el sol con el primer chakra).
Medita con el mantra LAM
El mantra, o sonido con poder de sanación vibracional en sánscrito, que se relaciona con Muladhara chakra es LAM. Sigue las instrucciones básicas para empezar a meditar, empezando por sentarte cómodamente con la columna recta y creando circuitos de energía, concéntrate en el momento presente y respira de una forma consciente. Lleva la atención al primer chakra, que se encuentra en la base de la columna vertebral y repite el mantra LAM. Las vibraciones de este mantra te conectarán con las energías vitales de Muladhara chakra.
Visualiza la energía
En la misma posición en la que te encuentras para la meditación, lleva la atención al lugar donde se encuentra nuestro primer chakra: en la base de la columna vertebral. Desde allí, imagina una luz de color rojo que asciende a medida que te conectas con la tierra y respiras su energía, y permites que la tierra respire a través tuyo. Visualiza cómo te llenas de prana (energía vital), luz, calor y confianza y cómo se van activando todos tus chakras de manera ascendente desde esta raíz, hasta conectarte desde la corona con tu ser universal. Cuando visualizamos nuestros chakras los empoderamos y equilibramos, asumiendo la capacidad maravillosa que tenemos de dar forma a nuestras vidas.
Relájate en Savasana
Acuéstate boca arriba, en la postura del cadáver , con las piernas y los brazos cómodamente separados; las palmas de las manos hacia arriba. Permite que tu cuerpo se relaje completamente y chequea que no haya tensión alguna. Respira con la respiración yóguica, utilizando la totalidad de tus pulmones. Siente cómo tu cuerpo se rinde ante el peso y cómo la tierra te sostiene, te da estabilidad y paciencia. Siente cómo la energía que entra a través de la respiración y a través de tu contacto con el piso te da a la vez vitalidad y confianza.
La tierra nos da arraigo, sosiego y enfoque. Nos da la capacidad intuitiva de conectarnos con nuestro ser y proveer para nosotros un medio de existencia (ambiental, social, familiar), adecuado. Nos ayuda a estar con un centro en momentos de cambios existenciales fundamentales y encontrar nuestro lugar en el mundo. Nos centra en momentos de inestabilidad y nos otorga la capacidad de construir, de tener la orientación de nuestra madre siempre en nosotros mismos y también nos promete siempre los fundamentos para vivir. Recuerda todo esto, pero más que pensarlo, ¡siéntelo!
http://elyoga.about.com/od/Tradicion/a/Con-Ectate-Con-La-Tierra.htm