Enfocar nuestra atención en aquello que deseamos de la vida requiere consciencia, disciplina, perseverancia y optimismo. No siempre lo logramos, pero es importante tener metas, objetivos vitales, razones para sentir que nuestra existencia tiene un propósito y merece la pena levantarse cada mañana, a pesar de los obstáculos.
Saber lo que queremos nos permite dejar de estar a merced de las expectativas ajenas, el azar o las convenciones. No perdemos el tiempo con quejas o adoptando una actitud de víctimas. Necesitamos nuestra energía para poner en ella toda nuestra voluntad, capacidad e inteligencia.
Para tener una intención clara, necesitas encontrar un momento de tranquilidad para preguntarte cuáles son tus verdaderos objetivos, deseos, necesidades. Los de tu corazón, no los que impone la sociedad o los que crees que deberías perseguir. ¿Qué es lo que quieres? Esta reflexión la puedes aplicar a cualquier ámbito de tu vida: lo profesional, las relaciones sociales, la familia, etc.
Cuando se trata de tu vida sentimental, algunas preguntas que te pueden ayudar son: ¿Qué tipo de relación deseo ahora mismo? ¿Estoy preparada para comprometerme con una persona o en estos momentos solo quiero divertirme? ¿Me gustaría fundar una familia o preferiría ser madre soltera, sin ataduras con una pareja? ¿Qué cosas no estoy dispuesta a volver a tolerar en una pareja?
Busca tus propias preguntas y date tiempo para escuchar las respuestas. En realidad, estas ya están en tu interior, pero con el ruido mental y las prisas de la vida cotidiana tal vez no hayas podido escucharlas. Deja que afloren a su propio ritmo y que te guíen, pues una vez que conoces tus deseos y motivaciones ya no te dejarás llevar por las expectativas de otros ni te perderás por caminos secundarios o laberintos sin salida.
Cinco formas de enfocar tu energía para lograr lo que deseas
Una vez que sabes lo que quieres, y también lo que no, es momento de vivir de forma coherente con tus propios deseos. Por ejemplo: no encadenes romances de una noche si lo que buscas es una pareja estable. Se trata de que tus deseos, tus pensamientos y tus acciones estén en armonía y te conduzcan a tus sueños y tus metas. Para ello, pon la atención en tu vida cotidiana, para llenarla de gestos, actitudes y hábitos que te acercarán a tus objetivos.
Sal de la rutina. Hay rutinas saludables y necesarias, pero otras nos estrechan la mente y encogen nuestra vida. Abre bien los ojos y date cuenta de cómo cada día es una oportunidad para aprender, experimentar, cambiar la forma de hacer las cosas y abrirnos a lo extraordinario, a ese ámbito en el cual lo inesperado acude a sorprendernos.
Cuídate. Cuanto mejor te sientas, más ganas tendrás de hacer cosas, cuidarte, emprender proyectos. Además, el ejercicio, la alimentación sana, el optimismo y una actitud amorosa te aportarán mucha energía, haciéndote infinitamente más atractiva a los ojos de los demás.
Sé selectiva. Aunque la vida nos sorprende cuando nos abrimos a ella, si te has tomado la molestia de reflexionar acerca de lo que quieres y de conocerte mejor a ti misma, sabrás lo que no quieres. Aprende a decir “no” a las situaciones y personas que no te hacen sentir bien, sin temor a quedarte sola.
No te dejes arrastrar por la negatividad. Vigila tu monólogo interior, que tiende a ser negativo, pesimista y limitante. Cuando deseas atraer bendiciones a tu vida no puedes regodearte pensando en lo que te falta, sino en lo que quieres. Imagina que ya lo tienes, actúa como si fuera una realidad. Visualízalo mientras estás relajada o justo antes de dormir, porque tu cerebro no distingue si es realidad o imaginación.
Acéptate a ti misma. Aunque lo tengas muy claro, no caigas en el perfeccionismo enfermizo. Es posible que, aunque sepas lo que quieras, casi sin darte cuenta te encuentres prestando atención a un hombre tóxico después de jurarte no volver a hacerlo. Procura tomártelo con sentido del humor y ser amable contigo misma. Las dificultades son oportunidades para aprender, corregir fallos, perfeccionar estrategias y, sobre todo, perseverar. No seas demasiado severa contigo misma.
http://consejosamor.about.com/od/Asertividad/a/El-Poder-De-La-Intencion-Para-Atraer-El-Amor.htm