Para muchos padres, lidiar con una orientación sexual distinta a la suya puede ser complicado. Aquí te ayudamos a hacerlo.
Como padre de una persona homosexual puedes estar expuesto a muchos miedos que se originan por señalamientos erróneos sobre la orientación sexual de tu hijo y el ‘qué dirán’ dentro de la familia; además de estar preocupado porque tu hijo no sufra maltrato físico o psicológico.
Muchos de los miedos están basados en lo que has visto a tu alrededor, pero la mayoría de ellos se fundamentan en ideas irracionales y por desconocimiento. Es importante que como padre te informes y diferencies entre la realidad y las ideas irracionales que no te permiten ver las cosas de manera diferente:
- No es una enfermedad. La homosexualidad no es un mal que se adquiere por medio de alguna bacteria, es erróneo pensar que tu hijo se puede “curar”.
- No es contagioso. Su orientación sexual no afecta a las de sus hermanos, amigos o familiares. Forma parte de su personalidad. Recuerda que no es un padecimiento.
- Tu hijo no ha cambiado, no es “anormal”. Solamente siente atracción por una persona de su mismo sexo. Esto no lo convierte en un ser extraño o diferente, debes aceptar y respetar la orientación de tu hijo.
- No es más propenso a un contagio. La idea de que tiene mayor probabilidad de contagiarse con el VIH fue difundida para dañar a la comunidad gay. Si tu hijo tiene una mala educación sexual, independientemente de si es homosexual o heterosexual, tiene altas probabilidades de contagiarse con alguna enfermedad.
- No es un castigo. Su orientación sexual no es un castigo de ninguna clase, y mucho menos debe vivirse con culpa.
Vivir ocultando la verdad nunca es bueno para nadie: no lo será para tu hijo, tampoco lo será para ti, ni para las personas que los rodean. Estas son nuestras recomendaciones:
Abre la comunicación: Al igual que con los chicos heterosexuales, la información que obtenga tu hijo le servirá para tomar decisiones importantes en su vida. ¡La sexualidad va más allá del acto de tener relaciones!
Protégelo: Enseña a tu hijo el valor de las emociones, oriéntalo para que realice una buena elección de pareja, muéstrale el valor del respeto y la dignidad. Recuérdale la importancia del uso del condón para prevenir enfermedades de transmisión sexual y ayúdalo a detectar señales de maltrato sexual y emocional.
Muestra interés: No estás obligado a saber cómo manejar estas situaciones, pero sí a mostrar interés en su vida, apertura y apoyo. Se vale preguntar a profesionales o padres de otros jóvenes homosexuales, pero sobre todo, pregunta a tu hijo qué necesita de ti y cómo se siente con el trato que se le da en la familia.
Aceptar la orientación sexual de tu hijo le dará las herramientas necesarias para enfrentar los problemas de su vida diaria, además, permitirá que tengan una relación cercana y positiva en su vida adulta. ¡Nunca olvides que el amor, el respeto y la aceptación son la clave!
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