Todo Está Bien, Todo Es Perfecto

¿Porqué muchas tendencias filosóficas y espirituales insisten en el mensaje esperanzador de que todo está bien y de que todo es perfecto cuando hay personas pasando necesidades, hambre, pobreza, desamor y otras situaciones que se califican como todo lo contrario a la perfección del bienestar?

En realidad este tipo de afirmaciones hacen referencia a la importancia de removernos un velo que no nos permite ver nuestra realidad auténtica, no la que nuestra mente limitada nos quiere mostrar, y para ello es necesario emprender y mantener un camino de auto-observación y cuestionamientos profundos sobre nuestra realidad y estos hacen referencia a nuestra misión de vida,a la felicidad por ejemplo y a nuestra conexión con los demás y con el mundo que nos incluye.
Todo está bien, todo es perfecto, se refiere a que no puede ser de otra forma.
¿Pudo ser de otra forma? Si, pero por nuestras decisiones solo es como es y eso lo hace perfecto y bueno y sólo reflexionar sobre nuestros actos del presente marcará una diferencia en nuestro nivel de aprendizaje y crecimiento frente a la vida que no se refiere al pasado ni al futuro; sino, solo al presente mismo donde amasamos nuestra realidad.
La necesidad, el hambre la pobreza y el desamor entre otros son la escuela perfecta para crear todo lo que podamos considerar deseado y bueno. Así como no podríamos hablar del día sin la existencia de la noche e igual como el universo no existiría si no exisitiera nuestra mente para contenerlo, así podemos gozar de las satisfacción de las mas básicas necesidades y de los más puros deseos, gracias a experimentar justo lo contrario.
La vida no se trata de obtener respuestas que quizás nuestra dimensión material no nos permita alcanzar o entender, pero hoy sé que sí se trata de amar. De aprender a amar, pero sobre todo de practicarlo. Me amo cuando me observo pobre y me salgo de esa ecuación. Me amo cuando me siento triste, me permito observarme y darme cuenta de que Dios no es triste y me pregunto el porqué su creación debería serlo y me salgo de ese programa para ser feliz por mi. Y no es egoismo, pues al indagar sobre el mundo que nos rodea y sobre nuestra relación con los demás podemos concluir que todos somos unos solo y que por lo tanto mi mejor aporte es mejorarme a mi mismo pues este será un exquisito regalo de mi parte para un mundo mejor.
Cuando me amo todo está bien, todo es perfecto y el mundo recibe ese amor.

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