Conspiración e hiperdimensionalidad

A ver si puedo explicar bien esta idea.

Existe mucha evidencia que deja muy poco lugar a duda de que en nuestro mundo las conspiraciones, los secretos, las mentiras y los engaños son muy comunes. Los hay en el mundo social, en el de la política, en el de la competencia económica, en el de la ciencia, en el de la religión, e incluso en de la vida familiar y en muchas relaciones interpersonales. En este blog me he esforzado por compartir algunos fragmentos de información que a mi juicio muestran que las grandes conspiraciones son reales. Un ejemplo muy reciente y muy claro es el del 11 de septiembre, donde la historia oficial contradice ampliamente muchos hechos que nuestros medios de comunicación convenientemente mencionan poco o nada; y mucho menos hablan de sus implicaciones.

Las conspiraciones son la norma y no la excepción. A pesar de ello, la cultura oficial nos ha programado para asociar la idea de “conspiraciones” con la de “teoría”; o sea: se nos ha hecho creer que las conspiraciones sólo existen en teoría, y nunca en hechos. Tan fuerte es esta asociación de ideas que ser catalogado como “teórico de la conspiración” es motivo de burla.

Pero una vez que uno se ha interesado en estos temas y comienza a rascarlos y a jalar el hilo de pistas, se da cuenta de que el alcance de las implicaciones de las conspiraciones no sólo tienen alcance global sino histórico. Es decir, el rango del alcance de las acciones de ciertos grupos secretos es de cientos de años. Piensen en el illuminati Albert Pike, quien se dice que en 1871 escribió una carta prediciendo tres guerras mundiales, donde sorprendentemente la tercera ocurriría en Medio Oriente entre Israel y el mundo árabe – y digo sorprendente porque genuina o no, esa carta predijo algo que claramente está comenzando a desenvolverse ante nuestros propios ojos. Asumiendo entonces que la carta es genuina, ¿cómo pudo Pike predecir los acontecimientos? Y si fueron las acciones de los illuminati y otros grupos de poder las que provocaron tales eventos, ¿cómo pudieron llevarlas a cabo? Más aún, ¿para que habrían planeado una conspiración que desembocaría en un Nuevo Orden Mundial al menos más de un siglo más tarde cuando los iniciadores de la conspiración estuvieran muertos y no pudieran gozar de sus frutos?

Piensen en ello. Si alguien conspira es porque está buscando un beneficio para sí mismo; algo que pueda cosechar en vida. Este argumento parecería ser defnitivo para descartar conspiraciones a largo plazo, ¡y sin embargo, estamos viendo frente a nuestros ojos el movimiento de las piezas del ajedrez mundial que provocarán una gran guerra en Medio Oriente y establecerán definitivamente el Nuevo Orden Mundial predicho por muchas fuentes!

¿Cómo explicar esto? ¿De dónde sacaron los illuminati o quienes sean que estén en la cima de la pirámide la capacidad y la motivación para efectuar una conspiración de por lo menos más de cien años, o incluso de miles de años si tomamos en cuenta el papel de la religión?

La respuesta, creo yo (y no soy el único que piensa así), acaso resulte extraordinaria para mis gentiles lectores. Pero permítanme recordarles (y recordarme) que lo extraordinario nos parece así, simplemente porque nuestra sociedad sabe y discute poco o nada de ello, pero eso no quere decir que no sea real. Las hormigas no saben nada de matemáticas, pero eso no quiere decir que las matemáticas no existan. Del mismo modo, hay muchas cosas que nosotros ignoramos de nuestro gran Universo y lo poco que sabemos de lo que está por arriba de nosotros nos parece extraordinario, pero eso no lo hace menos verdadero.

La respuesta, creo yo, la podemos encontrar en el asunto de la hiperdimensionalidad: la idea de la existencia de una dimensión o dimensiones arriba de la nuestra. ¿Qué tal si los conspiradores que se encuentran en la punta de la pirámide no sólo no son humanos sino que no están restringidos por el tiempo y el espacio? ¿Qué tal si nuestro entendimiento y capacidades son en comparación con las de estos seres hiperdimenionales tan limitadas como el de las vacas o los borregos en comparación con las nuestras?

¿Recuerdan de dónde tomó Pike su inspiración para escribir su predicción? De un “espíritu guía”.

¿Recuerdan al Predador? ¿Recuerdan a los Arcontes? ¿Recuerdan el fenómeno OVNI y los desastres y manipulaciones relacionados con él? ¿Recuerdan que Gurdjieff advertía que había fuerzas que se oponían a la evolución humana? ¿Qué tal los casos de posesión demoniaca?

¿Y qué tal si todos los de arriba son el mismo grupo: espíritus, Predador, OVNIs y demonios manipulando nuestra historia desde una dimensión superior del mismo modo en que nosotros manipulamos a los animales domésticos?

Bueno, esa era la idea. Es sólo una idea, claro está. ¿La expliqué bien?

Fuente: Sott