Una leyenda japonesa cuenta que algunas personas pueden desarrollar tumores en el cuerpo que se comportan como seres humanos, pues comen y beben.
El tumor con rostro humano sería una especie de Yokai (espíritu) o una enfermedad misteriosa. Una herida surgiría en cualquier parte del cuerpo que al ser infectada se convertiría en una especie de hinchazón con un rostro, siendo capaz de hablar, comer y beber.
El médico Hoken Katsuragawa (1797-1845), hizo una investigación médica sobre los tumores con rostro humano. En los ensayos del autor, se destaca en el resultado de su análisis evidencia de que el tumor poseía una boca semejante a la de un ser humano cuando está abierta, las arrugas y protuberancias formaban algo parecido a los ojos y nariz humana y cuando el paciente se movía o contraía, causaba la impresión de que el tumor estaba respirando, el doctor concluyó que no se trataba de un monstruo mitológico como había sido encarado hasta entonces, sino más bien, de una inflamación muy similar a un rostro humano.
¿Cómo curarlos?
La cura vendría alimentando al tumor con un remedio o veneno. Uno de estos remedios provenía del polvo de la planta conocida como Fritillaria verticillata, que debía ser insertado en la boca del tumor. En algunos casos, también curaban al paciente recitando el Sutra del Loto.
Existía la creencia de que el tumor con rostro humano debía su origen a las malas acciones de las personas, como una especie de castigo. He aquí algunos ejemplos:
- El borrador de la novela “Jinmensou” de Seishi Yokomizo, en diversas notas dice que una vez un hombre mató a una mujer y después le surgió un dolor en la ingle, se trataba del rostro de la muerta. De nada le sirvió intentar los tratamientos médicos o las oraciones de los monjes pues por más que el tumor fuera cortado o retirado, este volvía a aparecer, así que el hombre se fue a vivir aislado y escondido de la sociedad.
- También se conoce la novela basada en la historia del fantasma de “Kasane ga fuchi“, escrita por Bakin Kyoukei, en la que el odio de la protagonista Kasane toma la forma de un tumor con un rostro humano que escupe veneno y perjudica a las personas, convirtiéndoles el rostro en una masa de carne desfigurada y horrenda como el de ella.
- En el compendio de historias misteriosas, los “100 relatos de las Provincias” de los años de Enpou (1673-1681), también existe la asociación de las acciones humanas con la misteriosa aparición del tumor: En la ciudad de Usui, en Shimofusa (actualmente la ciudad Sakura, Prefectura de Chiba), vivía un hombre llamado Hei Rokusaemon que tuvo una aventura con una sirviente. En un ataque de celos su mujer mató a la esclava, y desde entonces, surgió una extraña hinchazón en el hombro derecho de Hey Rokusaemon, mientras que su esposa murió unos días después. Posteriormente surgió otro tumor con rostro humano en su hombro izquierdo y las dos heridas conversaban sin parar con el hombre, que de llegar a ignorarlas, sufría un sofocamiento indescriptible. Un día, un monje le pidió posada en su casa, tuvo conocimiento de los hechos y decidió recitar el sutra del loto a las heridas del hombre, fue en este momento que dos serpientes emergieron de los tumores y el monje las capturó para enterrarlas cerca de la casa. Una vez finalizado el sutra, los tumores desaparecieron de los hombros del hombre.
- En el periodo Meiji, se publicó una noticia sobre un tumor con rostro humano en la antigua versión del periódico de Kioto, en el momento llamado la Gaceta de Shiga Kyoto. De acuerdo con el artículo del día 25 de agosto de 1882, en el municipio de Minamimuro, provincia de Mie, un agricultor sufría de un tumor con un rostro humano en la ingle, mismo que tenía una boca que se movía como si estuviera pidiendo comida. Al intentar alimentar el extraño tumor, la herida no sólo habría comido un plato lleno de arroz, y otros 3 kg de alimento, sino que también habría “pedido” más.
En los tiempos modernos, existe la teoría de que esta extraña enfermedad sería un tipo extraño de elefantiasis.
Un caso reportado“Cierta vez en Okura, en Yamashiro (actual aldea Okura, ciudad de Uji, Kioto) un granjero cayó enfermo y después de medio año le vino una extraña hinchazón en su pierna izquierda. La hinchazón parecía una cara, con ojos y boca que le causaba un dolor punzante.
Cuando experimentó servirle una bebida a la boca del tumor, este se puso rojo como si estuviera borracho y al colocar arroz, la cosa movía la boca como si estuviera masticando, para luego tragar.
Al alimentar el tumor el dolor disminuyó, pero si dejaba de darle de comer, el dolor se volvía insoportable. El agricultor perdió tanto peso que era sólo un saco de piel y huesos. Visitó médicos de aquí y allá, pero nunca encontró un remedio para su mal por lo que solo le restaba esperar la muerte.
Inesperadamente, un monje que viajaba por las provincias, visitó al enfermo, diciendo que sabía una manera de curar la extraña enfermedad, pero era necesario que el agricultor vendiera todas sus propiedades en las que plantaba y las convirtiera en dinero.
El monje con el dinero, compró numerosas variedades de medicamentos y comenzó a ponerlos uno por uno en la boca del tumor.
La herida se tragó medicamentos sin ningún problema, sin embargo, se negó a ingerir la Fritillaria verticillata. Así que el monje pulverizó la planta y obligó al tumor a tragar el polvo. Después de 17 días, el tumor desapareció para la alegría del agricultor”.
El mencionado informe fue escrito por Ryoui Asai, bajo el seudónimo de Togiboukou, en el pergamino número 9 sobre el tumor con un rostro humano.
Información: kotobank.jp