En esta técnicas usamos sonidos vocales naturales emitidos intuitivamente en el momento mismo de la meditación.
La podemos realizar en pleno silencio o seleccionar una música suave que nos acompañe.
Nos sentamos cómodamente en nuestra postura preferida de meditación. También se puede hacer recostándonos boca arriba, en este caso tendremos que cuidar que la columna esté derecha.
Los sonidos pueden ser emitidos con la boca ligeramente abierta, mandíbula bien relajada. O con la boca cerrada, en este caso creando un zumbido o vibración interior. Sienta su cuerpo como si fuera una flauta de bambú, deje que resuenen las vibraciones desde la cabeza a los pies.
Usamos la Respiración Baja del Yoga, o sea respiramos profundamente expandiendo y retrayendo el abdomen en cada respiración.
Nos concentramos en el chakra de la base de la columna, el básico, Muladhara. Inhalamos profundo por la nariz y al exhalar emitimos libremente un sonido o sonidos. Nos dejamos llevar por la propia respiración, no hay que imponer ningún sonido en particular, debe aparecer naturalmente.
Lo repetimos varias veces hasta escuchar que hay un cambio en los tonos, que se harán un poco más altos, más agudos. Esta es la indicación para avanzar al segundo chakra.
En el segundo chakra repetimos el procedimiento anterior y así sucesivamente iremos avanzando chakra por chakra hasta alcanzar el coronario.
El recorrido total desde la base de la columna hasta la coronilla nos llevará de 15 a 20 minutos aproximadamente.
Una práctica diaria durante dos semanas nos mostrará con claridad el maravilloso efecto armonizador de esta meditación.
Que la disfrutes!
Alberto Marpez