Quisiera poder sonreír y reír, pero las heridas en mi alma no me dejan ser la misma, quisiera poder simplemente olvidar, pero por más que me lamas las heridas cual gata estas cerraron pero quedaron secuelas…
Siempre sueño con recibir de ti esas palabras de perdón que necesito escucharlas para cicatrizar, por más que el perdón de mi alma ya lo tienes, pero dejaste huellas, esas que entristecieron mi espíritu.
Sólo necesito de ti, esas palabras que curen las huellas y poder volver a sonreír saber que el daño causado no fue con la intención de vengarte de mí, aunque pienses que jugué contigo te amaba y tu orgullo destruyo mi amor, dejándolo en el limbo ya te perdone, pero no puedo sacarte de mi mente y no sé por qué, búscame y regrésame lo que me pertenece mi alegría de vivir mi confianza en las personas y un muy merecido perdón.
Chirstina