Me desperté entre las tinieblas de la realidad
conversando con los días, vocalizando palabras frías
aquellas oyentes de mis pesares,
aquellas causantes de mis modales.
A susurros de viejos lugares
me deje llevar por aquellos mares
esos llenos de melancolía, esos planos de sabiduría.
Abrí los ojos y salude mi día
apenada por mi despertar
por mi sueño haber tenido que finalizar
me mire en mi reflejo para así poderme contemplar
por si de algún modo hay tu presencia pudiera encontrar
Pero tuve que aterrizar bajar,
tuve que constatar que ya nada era igual
tuve que abrir los ojos parar de parpadear ante la realidad.
Esa pobre desesperada que grita al alba
de todas las mañanas que ya no estas
esa que le pregunta al tiempo
el porque te vas y el por qué en mi corazón todavía estas
esa que moja de sal mis sueños
esos dueños de mi esperanza,
esa que me otorga la amargura
que confirma que la vida no es un regalo
que la vida es dura.
Y no es dura porque haya de ser así
no es dura porque yo sea blanda
es más bien dura porque ignoro
por donde el amor de mi vida anda.
Y sé que amor ya tengo
y sé que muchos me quieren
pero sigo pensando en ti
y eso nadie lo cambiara.
Paula Tinoco L.