Existen personas que asocian el saber con los títulos universitarios cuando no existe mayor escuela de aprendizaje que la vida que te entrena cada día en la experiencia práctica de tomar decisiones y vivir el presente. En una sociedad en la que se valora tanto el pensamiento positivo conviene atender al valor de lo esencial, para encontrar en la propia vida, razones para ser optimista.
Personas que te sorprenden
Piensa en las personas que te sorprenden gratamente y rompen tus esquemas, incluso después de que habías perdido la confianza en ellas. Existen personas que en un momento de dificultad descubren que aquellos que no parecían tan amigos han sido su verdadero apoyo frente a esos otros que sí se consideraban amigos, y no estuvieron a la altura de las circunstancias.
El cariño que recibes cada día es otro motivo para ser optimista a lo largo de la vida en tanto que si sumamos todas las dosis de cariño que recibimos por parte de otras personas, el peso final, puede ser incalculable.
Segundas oportunidades
La vida sí te da nuevas oportunidades tanto en el terreno personal como en el ámbito profesional. Por tanto, siempre existe lugar para la esperanza de saber que existe un nuevo camino por recorrer. Existen historias personales muy duras, pero también existen testimonios que reflejan que la vida da segundas y terceras opciones.
La superación personal
Hoy no eres exactamente el mismo que ayer puesto que has cambiado gracias a tus vivencias y a las experiencias que te van marcando en una dirección. El ser humano tiene una capacidad de superación infinita, es decir, carece de todo límite. La edad no es un condicionante puesto que siempre puedes seguir evolucionando de verdad.
Leer más:
http://psicoblog.com/tres-lecciones-pensamiento-positivo-vida/#ixzz2eadyIRlb