En 1962, para legitimar una guerra contra Cuba, el estado mayor del ejército de Estados Unidos había proyectado atentados terroristas contra su propia población. EL documento desclasificado presentado revela el plan de la operación Northwoods: una serie de atentados con víctimas civiles y militares americanas para movilizar a la opinión pública contra Fidel Castro. El estado mayor planificó particularmente, un atentado contra un navío de guerra y un secuestro aéreo. El proyecto de los generales fue impedido por el presidente Kennedy un año antes de su asesinato.
La operación Northwoods se proponía convencer a la comunidad internacional de que Fidel Castro era tan irresponsable que representaba un peligro para la paz de occidente. Para ello, se plantea orquestar, y luego imputar a Cuba graves daños sufridos por Estados Unidos. He aquí algunas de las provocaciones proyectadas:
Atacar la base americana de Guantánamo. La operación se realizaría por mercenarios cubanos con uniforme de las fuerzas de Fidel Castro, incluiría varios sabotajes y la explosión del almacén de municiones, lo que necesariamente provocaría daños materiales y humanos considerables.
Hacer explotar un navío americano en aguas territoriales cubanas, manera de reavivar la memoria de la destrucción del Maine, en 1898 (266 muertos), que provocó la intervención americana contra España. El buque estaría en realidad vacío y teleguiado. La explosión se vería desde La Habana o de Santiago para que se disponga de testigos. Operaciones de rescate se organizarían para dar crédito a las pérdidas. La lista de las víctimas se publicaría en la prensa y falsos funerales se organizarían para suscitar la indignación. La operación hubiera empezado cuando navíos y aviones cubanos estuviesen en la zona para poder imputarles el ataque.
Aterrorizar a los exiliados cubanos organizando algún bombazo en Miami, en Florida, y hasta en Washington. Falsos agentes cubanos serían arrestados para disponer de confesiones. Falsos documentos comprometedores, establecidos de antemano, serían embargados y distribuidos a la prensa.
Movilizar los Estados vecinos de Cuba acreditando una amenaza de invasión. Un falso avión cubano bombardearía de noche la República Dominicana, u otro Estado de la región. Las bombas utilizadas serían por supuesto de fabricación soviética.
Movilizar a la opinión pública internacional destruyendo un vuelo espacial habitado. Para marcar las mentes, la víctima hubiera sido John Glenn, primer americano en haber recorrido una órbita completa a la tierra (vuelo Mercury).
Una provocación se estudió particularmente:
“Es posible crear un incidente que demuestre de manera convincente que un avión cubano atacó y derrumbó un vuelo charter civil procedente de Estados Unidos y con destino a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela“. Un grupo de pasajeros cómplices, que podrían ser estudiantes por ejemplo, hubiesen embarcado a bordo de un vuelo charter de una compañía manipulada por la CIA. A la altura de Florida, el avión sería sustituido por otro idéntico, pero vacío y transformado en avión sin piloto. Los pasajeros cómplices regresarían a una base de la CIA, mientras que el avión mantendría aparentemente su trayectoria y emitiría mensajes de auxilio indicando que ha sido atacado por un caza cubano, y explotaría en vuelo.
La realización de estas operaciones implica necesariamente la muerte de numerosos ciudadanos americanos, civiles y militares. Y su alto coste humano las convierte en la mejor herramienta para la manipulación. Que la Humanidad no olvide la historia. A cada cual, lo suyo.
http://misteriosaldescubierto.wordpress.com/2010/04/08/operacion-northwoods/