El Espíritu humano fue creado a imagen y semejanza de nuestro Creador, y no me refiero a semejanza física ni de materia, porque como ya comprendimos, Dios no es un ser físico o material, sino a imagen y semejanza espiritual que es infinita y eterna como la Fuente de Origen de donde procedemos , y como Seres espirituales que somos, contenemos todavía en germen todos los atributos Divinos que deberemos ir desarrollando con esfuerzo y voluntad a través de nuestra evolución. Fuimos creados sencillos e ignorantes, pero con todo el potencial necesario para desarrollar nuestra “Chispa Divina” a través de etapas evolutivas.
Desde que el espíritu humano fue creado, ya entonces llevaba latentes en él, como en el germen de una semilla, las cualidades divinas de su origen, y en el futuro las iremos desarrollando paulatinamente hasta acercarnos a la meta casi infinita e ilimitada del Conocimiento y la Perfección Divinas.
Como ya vimos, el alma animal que se fue forjando a partir de reinos evolutivos inferiores en desarrollo, como lo son el reino mineral y después el vegetal, a través de su propia evolución finalmente inicia la etapa humana, una vez transformada e individualizada en la “Chispa Divina”, que le hace tomar conciencia de su “Yo”, que le diferencia de la anterior etapa evolutiva de procedencia. Al comienzo de su desarrollo como Espíritu humano, el Ser Espiritual tiene una existencia instintiva, casi animal, con alguna aunque escasa consciencia de sí misma y de sus actos.
En todas las etapas, incluida la etapa humana, esta evolución se realiza a través de la ley de la Reencarnación, que tiene como función precisamente ,el impulsar el progreso del Ser espiritual que asimila las experiencias que ofrecen las vidas en la materia. La reencarnación , de la que hablaremos próximamente, la supervivencia del Espíritu tras la muerte y su retorno, son factores fundamentales para la evolución de los seres.
El Ente espiritual humano evoluciona en los mundos físicos haciendo uso de su inteligencia y de su libertad, y desde el principio de su andadura evolutiva, cada uno escoge las experiencias y el aprendizaje que cree oportunos o que le apetecen, formando así la propia conciencia individual, y siendo por tanto, diferentes las experiencias de los unos con respecto a las de los otros, y desarrollando conceptos y valores diferentes. Esta evolución del Ente humano tiene lugar por medio de las sucesivas reencarnaciones en la materia, pues las experiencias aprendidas y asimiladas en cada existencia, no las pierde tras la desencarnación y las lleva latentes a las siguientes existencias materiales en donde las proyecta y aprovecha. Vamos evolucionando a medida que asimilamos experiencias y conquistamos sabiduría y virtudes espirituales, a través de las confrontaciones entre los impulsos internos y lo que nos rodea en el medio ambiente en donde nos relacionamos con nuestros semejantes ; esto sería imposible lograrlo en su plenitud durante el corto espacio de tiempo de dura una sola existencia humana, por larga y fructífera que fuese. Este complejo proceso evolutivo del Ser espiritual humano, es el fruto de una muy bien estudiada planificación realizada desde el plano de existencia espiritual antes de que el Espíritu renazca repetidamente como ser humano, y va encaminado a lograr paulatinamente metas superiores de perfección espiritual.
Debido a su inexperiencia inicial ,el Ser se suele equivocar repetidamente durante sus vidas en la materia, lo que le causa dolor como acicate para corregir sus errores, e incluso a veces sufren un estancamiento evolutivo temporal, por lo que en estos casos el Ser tiene que repetir las mismas lecciones una y otra vez, hasta que termina finalmente por asimilar sus enseñanzas, mientras que otros las asimilan mucho antes.
La evolución del Ser espiritual humano, suele abarcar el espacio de tiempo de muchas vidas a través de diversas épocas y en variadas circunstancias y escenarios de aprendizaje que existen en nuestro mundo, intercalados con otros tantos periodos de duración variable e indeterminada en los planos espirituales.
La evolución es algo que no cesa ; Dios crea constantemente, por tanto debemos considerar que todos los Espíritus no hemos sido creados al mismo tiempo, por lo cual unos somos mas viejos o más jóvenes que otros, y con muy diversos grados de experiencia y conciencia individual adquirida en nuestro paso por las vidas humanas.
Los Seres humanos si son contemplados desde una perspectiva actual, vemos que hemos evolucionado mayormente en nuestra parte intelectual que nos ha proporcionado cierto nivel de Ciencia, tecnología y bienestar , y sin embargo hemos descuidado bastante los aspectos éticos y morales , lo cual nos ha llevado a un gran desequilibrio social y humano que en la actualidad vemos traducido en carrera armamentística, guerras, terrorismo, polución y degradación del medio ambiente, catástrofes naturales, zonas de hambrúnas , etc. Posiblemente, estos males sean debidos a que los adelantos científicos y técnicos no han tenido un encauzamiento y aplicación de carácter ético buscando un bienestar común y social para toda la Humanidad, y así, el Ser humano en su atraso y desequilibrio evolutivo actual , ha usado de modo incorrecto su inteligencia, fuera de cualquier mira de fraternidad llevado por el orgullo y el egoismo y en consecuencia el fruto de esta siembra está siendo el propio mal y la autodestrucción.
A pesar de lo sombrío de este panorama, resulta lógico pensar que llegará algún día en que ambos aspectos evolutivos caminarán equilibrados y en paralelo para el bienestar social de toda la Humanidad.
- Jose Luis Martín-
“El día que el ser humano reconozca su necesidad de evolución espiritual, la mejora global de la humanidad será evidente y su progreso en todos los aspectos, mucho más rápido”
- Jose Luis Martín -
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