¿Te has parado a pensar alguna vez, cuantas veces piensas en sexo durante el día? Se decía que los hombres piensan en sexo cada 7 segundos, eso sería ¡8 mil veces al día! Una barbaridad…
Se llevó a cabo un estudio en la Universidad de Ohio con estudiantes, para ver si eso era cierto. Participaron 283 estudiantes de entre 18 a 25 años que tenían que registrar cuantas veces durante el día pensaban en sexo, comida y en dormir. Los resultados fueron que los hombres pensaban en sexo de 1 a 388 veces al día y las mujeres de 1 a 140. Como promedio, los hombres pensaban en sexo 34,2 veces y las mujeres 18,6. Éstos resultados eran más o menos de esperar, por la zona cerebral destinada al sexo en hombre y mujeres, lo sorprendente es que no se encontró una diferencia significativa entre la cantidad de pensamientos que los hombres destinaban al sexo y a los que destinaban al sueño o la comida.
Existe una pequeña área cerebral, el tercer núcleo intersticial del hipotálamo anterior (INAH3), que tiene un tamaño diferente en hombres y mujeres. El INAH3 es considerado responsable del comportamiento sexual masculino típico. Contiene más células sensibles a los andrógenos (hormonas masculinas) que cualquier otra parte del cerebro. Esto fue descubierto por Simon LeVay en 1991.
También es importante saber, que el entorno repercute de forma diferente en hombres y mujeres. Por ejemplo el estrés. Cuando los hombres están estresados su apetito sexual aumenta. En cambio, si las mujeres están estresadas su apetito sexual disminuye. esto se debe a que el macho solamente debe depositar el esperma y luego marcharse, mientras que la mujer debe sobrellevar el embarazo y si siente que el entorno es demasiado estresante para quedarse embarazada, su apetito sexual disminuye para evitar el embarazo.
El sexo es divertido, placentero y sano. Pero como todo lo “divertido” y “placentero”, puede llevar a una adicción si se descontrola su consumo, como el alcohol, las drogas o la comida.
La adicción al sexo, se conoce como ninfomanía en el caso de las mujeres y satiriasis en el caso de los hombres. Es un trastorno obsesivo compulsivo, que hace que los sujetos que lo padecen no puedan controlar sus pensamientos ni sus actos repetitivos y como cualquier otra adicción, es una conducta autodestructiva que interfiere en la capacidad de la persona para llevar una vida normal, lo que trastoca su vida social y laboral en general.
Iván Rotella, de la Asociación Española de Profesionales de Sexología y Vicent Bataller, del Instituto Valenciano de Sexología y Psicoterapia Analítica indican que “En cuestión de sexo, no hay límites. Si tienes muchas relaciones, pero te sientes bien contigo mismo y no sufres por ello, no hay problema” El problema aparece cuando otros ámbitos de tu vida quedan afectados por esa conducta.
Los síntomas más comunes según el especialista Patrick Carnes son:
-Te preocupan tus pensamientos sexuales.
-Sientes que tu comportamiento sexual no es normal.
-Te sientes mal por tu conducta sexual.
-Tu comportamiento sexual crea problemas para ti y tu familia.
-Hieres emocionalmente a alguien debido a tu conducta sexual.
-Algunas de tus actividades sexuales están en contra de la ley.
-Escondes tu comportamiento sexual a los demás.
-Te sientes degradado por lo que haces.
-Después de tener sexo, te deprimes.
-Tu deseo sexual te controla.
-Descuidas tu trabajo, a tu familia, amigos y actividades de ocio por el sexo.
-Solo piensas en sexo.
-No puedes escapar de tus fantasías sexuales.
-El sexo es lo más importante en tu vida.
-Internet ha creado problemas sexuales en tu vida
-Pasas demasiado tiempo en línea con fines sexuales
-Pagas por sexo.
-Has tenido o tienes sexo con personas de menos edad.
Como cualquier adicción, tiene solución con ayuda profesional. No se debe vivir escondido por ello, ni avergonzarse, ni sentir que eso no va a cambiar. Existen tratamientos y terapias muy exitosas. Es importante tenerlo en cuenta. También existen organizaciones de “sexólicos anónimos” que facilitan esa terapia.
Y bien, ¿cuánto tiempo dedicas al sexo?
http://psicotip.wordpress.com/2012/10/31/cuanto-sexo-es-mucho-sexo/#more-423