¿Estoy sobreprotegiendo a mi hijo?

Sobreprotección es hacer por tu hijo algo que él puede hacer por sí mismo. Cuando tú lo sobreproteges le mandas el mensaje: "no puedes, yo lo hago mejor que tú, eres inútil".

Los padres sobreprotectores son aquéllos que se pasan horas preocupándose de sus hijos. Esta actitud conlleva la necesidad de controlar al hijo. Todo esto lleva a una dependencia tanto de los padres hacia los hijos como de los hijos hacia los padres. Aunque, aparentemente, pueda parecer una relación muy buena, esto puede traer grandes problemas en el futuro de los hijos, que se manifestará en su edad adulta.

¿Qué se puede hacer?

Aceptar que lo que les tenga que suceder les sucederá.
No imponerle los sueños cumplidos de nosotros mismos, porque ellos tienen sus propias ideas y hay que aceptarlas aunque no coincidan con las nuestras.
Reconocer que el hijo es capaz de lo que se proponga.
Animarlo en sus intentos, diciéndole que no tenga miedo al fracaso.
Comunicarse con él a diario, escucharlo, comprenderlo y ponerse en su lugar.
Reconocer sus cualidades y no se concentre en lo negativo.
Fomentar su independencia hasta lograr su autonomía.
Animarlos a demostrar sus sentimientos, sean de alegría o tristeza.
Interesarse en la vida del hijo, pero no querer controlarla.
Darles libertad para tomar decisiones.
Los hijos agradecerán cuando crezcan que se les haya enseñado las herramientas necesarias para transitar el camino de la vida sin tener padres con una actitud sobreprotectora.

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