Cuando la relación sexual defrauda puede que no haya culminado en el orgasmo o es que no fué placentera ... En el primer caso están muchas mujeres con dificultades para disfrutar del sexo que a menudo se sienten frustradas cuando acaba el encuentro. El segundo caso se da a menudo en los eyaculadores precoces que al intentar no eyacular consiguen inhibir el placer del orgasmo.
En esta situación se puede producir congestión pélvica, disgusto, irritabilidad ... y puede ser el origen de la falta de acoplamiento. Si él es eyaculador precoz y ella no llega fácilmente al orgasmo, no resuelven nada intentando hacerlo una y otra vez para satisfacerse, porque al contrario de lo que parece él se acompleja y ella se frustra cada vez más. La eyaculación precoz copulando muchas veces no se supera, sólo si tienen las claves de por qué se produce y hacen Terapia Sexual, lo consiguen.
Y las dificultades para llegar al orgasmo no tienen que ver con el número de coitos sino con el placer del que han podido disfrutar. Además la frustración aparece por muchas otras variables, si no se encuentra la respuesta que se espera del otro, o si ven limitaciones en la expresión de su sexualidad. Puede ser frustrante tomar la iniciativa si no se es correspondido, en cuanto a la frecuencia si uno se aguanta el deseo para que no le rechacen, o si reprimes lo que quieres hacer porque no es aceptado.
La frustración es lo opuesto a la satisfacción y continuamente está presente. Y cada vez que se produce un encuentro se activan tanto la satisfacción como la frustración. Se produce satisfacción cuando culmina en el orgasmo y ambos sienten que lo han hecho bien, y se frustran si en la relación sexual no han llegado al climax o son rechazadas en sus iniciativas.
Tanto la frustración como la satisfacción son inherentes a la relación sexual y a los dos sexos les afecta, aunque la perjudicada suele ser la mujer. La base son creencias erróneas. Las mujeres tienen que saber que más del 95% disfrutan del orgasmo con el clítoris y sólo un 65% llegan al orgasmo vaginal. El orgasmo vaginal depende de la satisfacción sexual que la mujer alcance, y también de la habilidad de su pareja si consigue el control de la eyaculación.
La mayoría de los varones dan gran importancia al orgasmo vaginal, y es que sus relaciones carecen de afectividad cuando practican la sexualidad. Si observamos la evolución de la mujer en las últimas décadas veremos que cada vez hay más mujeres que se quejan del egoísmo sexual de sus parejas, y de la falta de sensibilidad en los momentos más íntimos.
Muchas son las frustraciones relacionadas con la escena sexual, el contacto afectivo, cómo se practican las relaciones o la habilidad sexual, y hay tantos factores y causas que inhiben el placer que la única forma de procurarlo es tener un compañero sexual competente. Ese, con el que puedas expresar libremente tu sexualidad y mientras está activa tu relación sexual experimentes confort, un dar y recibir placer por ambas partes, en fin una satisfacción plena.
Y si se resiente la seguridad se deteriora ese xxxxxx de placer y se genera un circulo vicioso del que no es fácil salir. Pide ayuda a un sexólogo porque el que mejora su sexualidad gana en seguridad, evita que se empobrezca tu sexualidad. Del sexo no sólo obtienes placer, sino que es también una herramienta para afirmar su personalidad.
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