En la antigüedad, los griegos y los romanos así como los hindús escribían, hablaban y practicaban el arte de hacer el amor.
El Kama Sutra es el manual clásico por excelencia escrito por el Hindú Mallanga Vatsayana mucho antes de la edad media. Existían estudios sobre el sexo y su funcionamiento, sobre la masturbación y el deseo sexual de las personas en las distintas sociedades.
Sin embargo, no fue sino alrededor de 1907 que nace la palabra sexualidad y su significado.
El alemán Iwan Bloch, padre de la sexología, comienza a establecer en 1907 la sexología como ciencia y crea el término sexualidad basándose en el significado y concepto del término ‘AMORE’ del Italiano Mantegazza.
La sexualidad es todo lo relacionado e inherente al sexo y su funcionamiento, incluyendo creencias, actitudes, comportamientos y resultados. Es una ideología que conlleva toda una serie de nuevos significados conceptuales.
El sexo es placer, es cuerpo, es piel, es la acción del contacto físico con el cuerpo y los genitales en la búsqueda de una expresión personal única, es energía vital. El amor se puede expresar físicamente a través del sexo y la sexualidad, lo que llamamos “hacer el amor”.
Recuerda el viejo dicho “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, queriendo decir que antes de amar a alguien, tenemos que aprender a amarnos a nosotros mismos.
En el tratamiento de las disfunciones sexuales, se observa en muchos casos baja autoestima, rechazo hacia el cuerpo, y desconocimiento de los genitales, en especial las mujeres.
Muchas mujeres sufren terriblemente con sus parejas por no conocerse a sí mismas, por sentirse poco atractivas o provocativas, y hasta por no estar tonificada, lo cual les impide disfrutar de su sexualidad.
No solo la ignorancia nos hace malos amantes sino el no saber amarnos a nosotros mismos ni conocer nuestra propia sexualidad.
Tres pasos para encontrar tu sexualidad
1.- Amate: Primero está el valor personal. Amate primero y veras como comenzara a fluir el amor y la pasión en tu relación de pareja. Antes de cualquier tratamiento o técnica sexual, el hombre y la mujer deben primero auto apreciarse y auto amarse a sí mismos, es decir, mejorar su autoestima (la de ambos).
2.- Conócete: Para lograr ese valioso auto conocimiento, tenemos que descubrir y desarrollar nuestra propia sexualidad, el “yo con yo” a través del conocimiento del cuerpo. Acaríciate dulcemente, vete en el espejo, explorar tu cuerpo sin asco, sin miedo, sin vergüenza, y sin culpa. Despacio y sin prisa, con amor por ti mismo/a, descubriendo placeres inhibidos, descubriendo tu propio néctar. No hay necesidad de seguir viviendo las antiguas y falsas creencias de tiempos pasados, de lo que creía la gente sin ninguna prueba científica. Es hora de tomar responsabilidad de nuestra propia sexualidad.
3.- Conéctate: Ahora que te quieres y te conoces un poco más, comienza a conectarte con tu pareja. Comunícate verbal y físicamente. Dile lo quieres y te gusta, lo que no quieres y no te gusta. Acaricia a tu pareja suavemente y luego déjate acariciar. Besa sin prisa, toca sin miedo, siente sin vergüenza. Déjate llevar y disfruta el placer de SENTIR SIN PENSAR.
Es entonces y solo después que sigas estos tres simples pasos, que te aseguro comenzaras a disfrutar verdaderamente de una sexualidad trascendente con tu pareja. Trascendente porque es la sexualidad que trasciende los mitos, tabús y prejuicios del pasado.
La sexualidad capaz de traspasar las barreras del miedo y la vergüenza para abrir paso a la verdadera calidad de vida, responsable, consiente, congruente, segura y sobre todo llena de placer y no de sufrimiento, con inteligencia y verdadero amor.
Por:
Aleida Heinz, PhD