Entre los “fragmentos” de conciencia a integrar ( de hacer íntegro; completo; entero, es decir, de “enterarse”) se encuentra la necesaria tarea de complementar lo masculino y lo femenino en cada un@ de nosotr@s.
Aunque cierta astrología de “difusión superficial” nos hable acerca de que “los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”, un pequeño paso dentro de la indagación en el tema nos hace saber que: todo organismo humano (y no humano) tiene, es, ¡ambas energías!, la “marcial” y la “venusina”..... (entre otras).
Seamos varón o mujer en el plano físico-biológico, al observar nuestra Carta Natal (mapa energético potencial) podemos “darnos cuenta” que tod@s somos exponentes, tanto de la energía de Marte - iniciativa, impulso, decisión, deseo, capacidad para abrir, para comenzar, y, también, la más burda expresión de “pelearnos por cualquier cosa”-, como de Venus – complementación, capacidad de respuesta, sintonía con lo agradable, bello y gozoso, sensualidad, contacto vital hacia lo natural y corpóreo, y, también, la más burda expresión de “ofrecernos a cualquier cosa”).
Tanto las manifestaciones que toman, ambas energías, en nosotr@s, como la forma de sentirlas se debe a varias variables: la configuración de la Carta Natal (signos, aspectos y casas implicados) – energía potencial- ; el trabajo que hayamos hecho sobre nosotr@s mism@s - energía actualizada- ; la posibilidad de seguir profundizando ( resignificando, rectificando ) en el hecho de “enterarnos” sobre como mejorar nuestra relación ( ego organizador mediante ) con ellas – energía direccionadora -.
¿Qué siento que me falta?, ¿Iniciativa o capacidad de atraer y responder?
¿En que esferas de vida se manifiesta mi capacidad de abrir espacios y en cuales me entrego a la iniciativa de otros?
¿Estoy demasiad@ apegad@ a mi rol físico en este mundo?
¿Los hombres estamos - en términos marcianos-“sólo” para luchar, conquistar nuevos espacios y ser decididos?
¿Las mujeres estamos -en términos venusinos- “sólo” para acompañar, estar lindas y dispuestas?
Cada un@ puede agregar la pregunta que esté emergiendo en su mente…
No dudo que: la revolución sexual moderna; los movimientos tanto feministas como de la “Nueva Masculinidad”; los rechazos a los estereotipos sexuales o de roles sociales; la crisis de la Institución matrimonial; la tan comentada “guerra de los sexos”; como la cantidad de relaciones de tipo “consumista” (efímeras, “al paso”, no comprometidas y tristemente insatisfactorias); están abriendo un profundo debate en los contextos sociales como así también en nuestra interioridad.
La idea de que tanto Marte como Venus están dentro de nosotr@s es una pequeña-gran hipótesis (a ser investigada de la mano de la astrología-psicología junguiana y las propias vivencias) que intenta hacer conciente que: en la medida que no estén integradas en nosotr@s ; que solo respondamos a la imagen de nuestro cuerpo (fisiosfera), y no, también, al significado del mismo (noosfera)…habrá más ansiedad ( aspecto de Marte negativo ) y dependencia ( aspecto de Venus negativo ) como dos energías que se muerden la cola perpetuamente …en soledad, en vez, de confrontar ( aspecto de Marte positivo ) y de abrazarse ( aspecto de Venus positivo ) para así "hacer ( al accionar marciano ) el amor ( la armonía venusina )"…. El único "juego" donde “competir es compartir” ganando tod@s.
Hay muchas más energías-polaridades por integrar, muchos más “fragmentos” que reunir y, a medida que avanza la evolución, y la conciencia puja por emerger, mayores son los desafíos que se plantean a nuestra incansable tarea de construir una mejor convivencia, tanto dentro de nosotros como "entre nosotros"…allá vamos.
Hoy recordamos que el dios guerrero nos alienta a seguir luchando y la diosa belleza nos relaja y acompaña en el camino, ambos reunidos, en nuestro propio templo interno.
Hasta un próximo encuentro.
Javier Ignacio Alvarez