En ésta época, marcada por el dominio del saber cientificista ( materialista, causalista, utilitario, mercantilista y funcionalista) , donde, según ésta cosmovisión, solo es real aquello factible de ser observado, medido o tocado, esto es, lo percibido por los sentidos directamente o “ayudados” por la tecnología ( microscopios, telescopios, aparatos electrónicos, computadoras, etc.) está provocando que muchas experiencias que están “mas allá” de la percepción sensoria y de la razón basada en la misma queden relegadas al ámbito de lo negado, o directamente al estamento de lo patológico, solo por el hecho de no ser comprendida su significación. Estas experiencias, las llamadas, por algunos psicólogos ENOC - estados no ordinarios de conciencia-, otras veces experiencias extrasensoriales o paranormales suelen quedar fuera de la frontera de lo reconocido o legitimado socialmente ( con la incomodidad que le causa – al que las tiene, el no poder compartir las mismas o sufrir por no poder comprender-ya no su entorno social- sino él/ella mismo/a lo que está aconteciendo).
Es aquí donde entran las llamadas ciencias humanísticas que tienen en cuenta no solo los sentidos y la razón asociada a los mismos, sino, también reconoce le existencia de aspectos afectivos ( las emociones, la mutua influencia de las mismas entre los seres humanos: el amor, el deseo, el rechazo, la solidaridad, la ira, la tristeza, la empatía, etc.) que aunque no posibles de ser medidas por la ciencia, ya nadie, que se precie de ser social, puede negar su existencia ( aunque muchas veces podamos confundir “gato por liebre” en el plano psicológico o sea, confundamos por ejemplo “interés personal por amor”)
Junto a éstas ciencias coexisten las llamadas “ciencias simbólicas”, donde el patrón de autoridad ya no son –solamente- los sentidos, la razón ni la comprensión empática-emotiva, sino que se hallan allí donde la Intuición holística se suma a las primeras. O sea, siempre con la base empírica de la sensación-razón-sentimiento, dan lugar también a la significación simbólica a partir del uso de un lenguaje que, día a día, tratan, cada vez más personas, de aprender. Dentro de las llamadas “ciencias simbólicas” se hallan muchas disciplinas, entre las cuales se halla la Astrología como una de ellas. ( Otras son: las metafísicas filosóficas, las prácticas o rituales simbólicos, las religiones en su faz educativa y promovedora de claridad y amor al prójimo, la Cábala, y tantas otras)
AL SER SIMBÓLICAS, NOS ARRIESGAMOS A ERRAR EN EL ARTE DE LA INTERPRETACIÓN.
¿pero no hay también errores en la aplicación de la ciencia positiva?
TAMBIÉN PODEMOS ENCONTRAR INTENCIONES MANIPULADORAS
¿pero no existen, las mismas, también, en el uso de la razón, o en la aplicación de la tecnología?
Creo que lo que es importante defender, no es a una u otra forma de saber, sino aprender a discriminar las actitudes e intenciones de los usos y utilidad en ambas.
El valor armonizador del saber astrológico es aquel que nos permite, mediante su conocimiento, comprender experiencias de vida externas o íntimas a la luz de símbolos que nos ofrecen la posibilidad de “darnos cuenta” intuitivamente de los mismos. Así, situaciones inexplicables, procesos anímicos dolorosos, estados de conciencia desconocidos o etiquetados como irreales o malinterpretados como patológicos según la cosmovisión cientificista (que solo acepta como normal la adaptación funcional al orden imperante) encuentran, sino total explicación , sí, una guía para investigar qué, cómo o porqué, nos pasa lo que nos pasa.
Frente a tantos síntomas incómodos, que estamos viviendo bajo las condiciones sociales y climáticas actuales, frente a tanta necesidad de medicación supresora (sedantes, tranquilizantes, estimulantes, etc. –sin contar el alcohol o las drogas denominadas ilegales) de estados emotivos y de conciencia dolorosos tanto por quién los vive como por aquellos que los rodean, frente a tanta conducta desconfiada, temerosa, sorpresiva, intespectiva o agresiva que se manifiestan, es quizá necesario, prestar atención acerca de si los relatos que explican la conducta humana no puedan estar necesitando de un paso adelante y aceptar la ayuda que se brinda desde las ciencias simbólicas. Un ejemplo de esta integración que se va manifestando año tras año en libros, congresos o simplemente en talleres y seminarios cortos es la corriente denominada Psicología Transpersonal o las terapias complementarias en general.
Repitiendo la metáfora: “cuidar de, al tirar el agua sucia, no tirar con ella al bebé recién bañado”, podemos decir análogamente “ cuidar de, al tirar las superticiones irracionales que nos dominan por el temor , no tirar con ellas las significaciones nacidas del saber intuitivo”.
Queda pendiente seguir conversando acerca de la intuición holística, ésta es una capacidad que tenemos todos en estado potencial, como la razón......
Hasta el próximo encuentro
http://astrologiaholisticaintegral.blogspot.com.ar/2006/09/el-valor-armonizador-del-saber.html