La decisión de si prefieres sexo con o sin amor la debe tomar uno mismo en función de lo que busque en la otra persona. Hay mujeres que necesitan sentirse queridas por su pareja y exigen algo más que sexo para su relación, sin embargo, hay otras que prefieren mantener relaciones sexuales sin buscar nada más a cambio. No se trata de diferenciar cada una de ellas como buena o mala, sino de averiguar cuál se ajusta más a tus necesidades.
El sexo es una práctica que puede ser independiente a las relaciones amorosas, aunque sí es cierto que encuentra su máximo potencial cuando hay amor de por medio. De ahí la clásica diferencia entre las expresiones 'hacer el amor' o 'practicar sexo'. Cuando dos personas se atraen no hay ningún inconveniente en que disfruten el uno del otro, pero a la larga este tipo de relaciones acaban por no satisfacerte.
Sexo con amigos
También existe la opción de tener un 'follamigo' con quien, a diferencia de un desconocido, la confianza entre ambos es mayor. Lo difícil está en marcar los límites de vuestra relación, porque es muy fácil que los sentimientos terminen confundiéndose. Es conveniente aclarar lo que quiere cada uno para que a la larga no haya problemas.
La situación cambia si se trata de chicos o de chicas. Los hombres tienden a apegarse menos sentimentalmente, por lo que para ellos es menos complicado tener sexo con mujeres distintas y después no tener remordimientos de ningún tipo. Sin embargo, las mujeres valoran mucho más el acto sexual y escogen minuciosamente con quien llevarlo a cabo.
Diferencias entre hombre y mujer en la sociedad actual
Incluso está mal visto por la sociedad en la que vivimos que una mujer tenga muchas relaciones sexuales, mientras que en los hombres está visto como un punto a favor del que estar orgulloso.
Enseguida la mujer es tachada como 'ligera de cascos', por suavizar el término, y los hombres como 'triunfadores'. Unas críticas absolutamente absurdas, pero ciertas, que tienen como consecuencia que la mujer que tiene una vida sexual activa se avergüence de ello e intente esconderlo, mientras que los hombres fardarán de ello incluso inventándose más de un romance.
La edad es otro factor importante a tener en cuenta. Entre los jóvenes hay una tendencia mayor a tener sexo y disfrutar cada momento sin ataduras. En cambio a medida que te haces mayor empiezas a exigir más compromiso y buscar una pareja más estable, no sólo alguien que se meta en tu cama por las noches.
Mucha gente ve el sexo como una necesidad vital, por lo que mientras están en busca de ese amor verdadero, se conforman con relaciones pasajeras de las que no buscan más que una satisfacción mutua. Una vez encuentren la persona perfecta con la que pasar el resto de su vida, notarán la diferencia y la mejora en su vida sexual cuando hay amor de por medio.
Una vez estabilizada la relación no se debe perder esa chispa que existía al principio y hay que luchar por mantener activa la pareja, puesto que si no es probable que alguno de los dos opte por buscarlo fuera de casa.
La relación con un amante suele basarse solamente en sexo, teniendo bien claro que a quien quieres es a tu pareja, pero no es la forma de demostrárselo. En estos casos, se recomienda hablar de la situación con tu novio/a y no recurrir a la vía fácil de buscar a una tercera persona.
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