Los celos forman parte de todas las historias de amor y desamor que conocemos. Los seres humanos tenemos la sensación de que en el momento menos esperado alguien va a venir a quitarnos lo que nos hace feliz y por eso nos preocupamos por “defender” eso que tenemos, e inclusive sufrimos y protegemos lo que no tenemos, ni hemos tenido.
Los celos son el efecto de algo, son la causa de muchas cosas, pero en el fondo son el efecto de un pensamiento de desamor que tenemos y es el pensamiento de que “el amor duele” y por eso precisamente mucha gente se queda en la soledad, en el no tener a nadie, en no tener amor con tal de que no haya dolor. Las alternativas ante el amor son solo dos: No me entrego al amor o: Si me entrego, me pierdo.
El celo se usa como medida de preservar y aparece apenas sentimos que esa persona empieza a ser parte importante de nuestra vida. Allí empezamos a usar el celo como una herramienta de preservación porque enseguida nos viene el pensamiento de “basta que algo o alguien me guste para perderlo o para que otros se interesen en eso“.
Estamos mucho más pendientes de que ese algo no se nos vaya, de no perderlo que de disfrutarlo y allí lo que experimentamos es un gran desgaste energético y de tiempo. Nos hemos convertido en unos consumidores de amor, en unos buscadores de amor, en unos protectores de amor y nos hemos olvidado de ser unos “vividores” del amor, por eso muchas personas se crean situaciones de celos para sentirse amadas.
Pensamos que cualquier cosa preciada para nosotros es susceptible de que la perdamos y desde allí comenzamos a tejer una historia realmente sangrienta para defenderlo y mantenerlo con nosotros. Muchas veces la mejor acción que muchas personas ejercen en nombre de esa protección es “desvalorizar” a la otra persona, hacerla sentir minúscula, hacerle sentir que sin ellos la vida del otro no tendría sentido. Existe la tendencia a crear un drama alrededor del amor donde los celos juegan un papel protagónico. Hay muchas personas que miden el amor que su pareja les tiene por los celos que le manifiesta y dicen abiertamente: “ mientras más me cela, más me ama”, o dicen: “donde no hay celos no hay amor”.
Hay personas que piensan que si en la relación no hay celos, la cosa no está funcionando bien y hay que revisar qué está pasando porque eso se está enfriando.
Los celos son el escudo que sale cuando nuestra autoestima no está bien. Cuando nosotros volvamos hacia nosotros mismos no hará falta ver las diferencias con el otro sino las similitudes. Eso permitirá que sea el amor el que reine en nuestras relaciones. Lo importante de los celos es saber que nunca nos llevarán al amor, sino que, por el contrario nos están alejando cada vez mas de él.
La gran mayoría de la gente que mide el amor por los celos no entiende que el amor no se puede medir con algo que no es amor. Recordemos que nosotros venimos de relaciones triangulares, nos gestamos, nos desarrollamos con mamá y al nacer nos damos cuenta que hay otra persona (papá) con la que debemos competir por el amor de mamá, o con la que debemos competir por el amor de papá (mamá) y ya allí comienzan a aparecer los celos de forma muy inconsciente, inclusive del padre, porque antes de la llegada de ese bebé, toda la atención de la mujer era para él y ahora es compartida con el hijo.
¿ Que hacer para sanar los celos?
• Cuando una persona es celosa el primer paso es que se reconozca como tal, para poder salir de ellos y saber que ese es el comienzo del final. Donde hay celos no hay fin, hay fracaso.
• Reconocer qué emoción nos está detonando los celos. Las emociones típicas de los celos son la rabia, la tristeza y la ansiedad. La rabia viene de la sensación de una gran injusticia que se comete conmigo; la tristeza viene dada por la sensación de pérdida que experimentamos y la ansiedad porque hay una sensación permanente de amenaza (consciente o no). Tenemos que ver los celos como unas “alarmas” para ver qué pensamientos hay detrás, para poder trabajarlos y no dejar que tomen cuerpo en nosotros. Se dice que el 60% de los celos son producto de las “fantasías” que se crean las personas que se imaginan lo que sus parejas están haciendo.
• Hay que trabajar mucho la autoestima de las personas involucradas en los celos, especialmente del (la) celoso (a) porque siempre estará el pensamiento de: “yo me siento tan insignificante que temo que en cualquier momento tu conozcas a alguien mejor y te quieras librar de mí”
Lo más importante es saber que cuando dos personas se unen lo hacen para crecer, para proyectarse, para experimentarse y que, mientras haya amor todo es
Por: Carlos Fraga.
http://www.elexito.com/tema_articulo.php?id_articulo=880#sthash.XVIkR710.dpuf