Señalar con el dedo, culpar a alguien, es siempre una cosa fácil de hacer. Encontramos en nuestra vida diferentes momentos que son desagradables para nosotros e inmediatamente giramos hacia otra persona y decimos, "Es tu culpa que no esté satisfecho", o peor, "¡tú me hiciste esto a mí!"
No sólo no es cierto, ¡nunca puede ser verdad!
El mundo que experimentamos ...es siempre único y personal para nosotros. Nadie puede darnos felicidad, ni nadie nos la puede quitar. Nadie puede romper nuestro corazón y nadie nos puede hacer enamorar.
Sólo nosotros tenemos el poder para hacer estas cosas. Sin embargo, cuando vivimos en nuestro sueño, somos totalmente inconscientes de nuestra responsabilidad y así continuamente damos nuestro poder personal a todo el mundo y a todo lo que nos rodea.
No vemos que nuestra felicidad y nuestra infelicidad provienen sólo de nosotros mismos y que todo lo demás es sólo imaginación. Despierta a esta verdad liberadora, sonríe a cada día y se libre. Que todos los seres sean felices, Michael Kewley