Durante sus 97 años de vida, el inventor nacido en Rusia Lev Sergeyevich Termen, dejó una mancha imborrable en numerosos campos de la Ciencia, la radio, la televisión, el diseño de circuitos electromagnéticos, como no…en el espionaje y la más célebre y conocida de todas ellas, la música.
Sólo unos pocos años después de la invención del tubo de vacío, Leon Sergeyevich inventó uno de los primeros y más exclusivos instrumentos musicales electrónicos, la Aetherphone, mejor conocido como el Theremin.
Termen nació en San Petersburgo, Rusia, en 1896. Al igual que muchos inventores, fue un gran entusiasta en su juventud tanto de la música (tocaba el violonchelo), y la física. Después de matricularse en la Universidad de Petrogrado, concentró sus estudios en el campo emergente de la ingeniería eléctrica. Allí, estaba reparando una radio cuando concibió la idea de un instrumento musical en esencia electrónica. No sólo un instrumento acústico o amplificado por vía electrónica, sino un instrumento que produjera música puramente electrónica.
En 1918, construyó el primer prototipo de su aetherphone, es bastante simple pero muy ingenioso. Una caja de madera montada sobre cuatro patas, con un par de antenas que salen a su exterior. Dentro de la caja, las antenas estaban conectadas a unos osciladores de muy alta frecuencia formados con tubos de vacío. Frente a la caja los interruptores del control.
Su invento fue un clamor, era misterioso, esto es futuro,… sólo una simple caja de madera con dos antenas y jugando con el movimiento de las manos cerca de las antenas, desprendía un sonido fantasmal, el timbre de otro mundo. Termen la llamó la Etherphone, en referencia a su terrorífico sonido, pero muy pronto, todo el mundo comenzó a llamarlo el Theremin.
Las señales producidas por el Theremin son demasiado agudas y molestas de escuchar, pero cuando esas señales se combinan con la armonía de las manos y la posición del músico, resulta hasta placentero.
En 1920 ya perfeccionado y afinado, fue presentado en la Facultad de Mecánica y en numerosos lugares de la Unión Soviética, fue tal la repercusión, que el mismisimo Lenin solicitó su presencia. Incluso tuvo encuentros con otros personajes tan ilustres como Eisnstein o el ingeniero Robert Moog.
Cinco años más tarde, viajó a Europa, tocando sinfonías que había compuesto el mismo. En diciembre de 1927, llegó a Nueva York y aprovechando su éxito estableció un laboratorio y un estudio de música, se convirtió en un personaje célebre, meses más tarde fue solicitado para tocar con la Filarmónica de Nueva York. Como era de esperar obtuvo la patente en Estados Unidos y al año siguiente la RCA comenzó la fabricación y comercialización del “thereminvox” bajo licencia.
El instrumento no fue un éxito comercial, en parte por la dificultad de jugar con el grado de sutileza y armonia de las manos, o quizás por la Gran Depresión que estaba calando muy hondo, hizo que pocos pudieran darse esos lujos. Así que Theremin comenzaba a temer que muy poca gente sería capaz de crear armonía con su genial invento. Pero curiosamente encontró un virtuoso compañero ruso Clara Rockmore, que junto a él, nadie fue capaz de coincidir con la “digitación aérea” con la que pudieron convencer asombrosamente a todo el mundo.
Durante diez años Theremin trabajó en Nueva York. Con la ayuda de Clara Rockmore, desarrolló lo que hoy se llama “performance art“, con etapas en las que reaccionaron de forma automática a los movimientos de los bailarines con los patrones variados de luz y sonido. Luego, en 1938, fue secuestrado por la KGB y llevado de vuelta a Rusia. Obligado a abandonar su música, pasó un año en prisión, y más tarde fue obligado a desarrollar dispositivos de escucha de la policía secreta soviética. Mientras tanto, la RCA eliminó todas las existencias del Theremins a fin de proporcionar materia prima a los esfuerzos de la guerra de EE.UU…
En 1991, a la edad de 95 años, Termen regresó a los EE.UU, donde se reunió con Clara Rockmore para protagonizar una última gira de conciertos. Regreso a “Rusia donde dos años más tarde en su residencia de Moscú falleció.
Sin embargo, el Theremin ha disfrutado de un resurgimiento de gran popularidad a lo largo de su historia, incluso en la actualidad hay gente como Lydia Kavina, Pamela Kurstin o Lennington Shewell, que dan vida magistralmente a su inventor. Un legado que afortunadamene no se dejó atrás y el futuro de la música, “todavía tiene un fuerte atractivo“.
http://elbauldejosete.wordpress.com/2010/02/20/sergeyevich-termen-y-su-musica-fantasmal/