Una relación de pareja implica compromiso, atenciones, lealtad, conocimiento, entre muchos otros elementos. Cuando se decide vivir juntos, el conocimiento es uno de los más importantes, y no sólo de la pareja, si no de uno mismo. Aunque vengamos de un noviazgo previo, el vivir juntos implica otro cambio en las vidas de cada uno, lo que puede generar pequeñas o grandes crisis dentro de la misma relación.
Pero ¿cuáles son esas crisis? En realidad cualquier cambio en la vida del ser humano genera una pequeña crisis, ya que se tiene que adaptar o readaptar a las situaciones que está enfrentando; si esto es complicado para uno, imagínate para dos. Las pequeñas crisis pueden ir desde el dormir con otra persona, el compartir sanitarios, compartir pasta de dientes, diferentes hábitos alimenticios, etc. Si te fijas, todo esto pudiera parecer muy superficial y sin importancia pero si no se habla, puede llegar a provocar discusiones fuertes que los lleven a tener otros problemas más serios en la relación, como discusiones por cuestiones económicas, toma de decisiones sin consultar al otro, problemas en la intimidad etc.
Una base importante para sobrellevar ésta adaptación de la pareja es hablando, comunicarse ambos sobre lo que sienten o piensan, esto les ayudará a saber qué espera el otro y también a clarificar lo que tú quieres o necesitas.
¿Qué hacer para adaptarnos en pareja?
Primero tener en cuenta cuáles diferencias siempre van a existir.
Aceptar los propios errores antes de reclamar los de la pareja.
Entender que se encuentran en un momento de adaptación y que ambos lo están viviendo.
Hablar sobre lo que les molesta, desde algo superficial y aparentemente sin importancia, hasta alguna situación más profunda.
Escuchar al otro para poder entender.
Estar conscientes que encontrar un punto en común donde puedan tener ambos algún beneficio, es la base de una relación sana.
Lic. Marla Arias