El timo es una glándula que se encuentra en el centro del pecho, por detrás del esternón; hasta hace poco existía poca información sobre ella, por lo que se consideraba como una glándula superflua, pero recientemente se ha descubierto que el timo se encoge con las enfermedades y las situaciones de estrés.
El timo es el regulador del flujo energético que recorre nuestro cuerpo, controlando la energía vital que asimilamos a través de los chakras. También realiza una función muy importante en nuestro sistema inmunológico, produciendo numerosas hormonas y células T que defienden nuestro cuerpo frente a las infecciones.
Se ha comprobado que el timo puede aumentar o disminuir de tamaño en función de su mayor o menor actividad, de manera que ante estados de estrés mental o de estrés físico, causados por una infección o por enfermedades importantes, puede reducir su tamaño a la mitad en un solo día.
El timo aumenta su tamaño cuando circula por él energía positiva y nuestro cuerpo y nuestra mente se encuentran equilibrados y en armonía, y este estado se consigue cuando lo físico y lo espiritual funcionan coordinadamente para alcanzar y mantener un estado óptimo de salud y de bienestar, indicio de una circulación fluida de la energía vital.
El timo se ve afectado por dos sentimientos básicos que circulan por el chakra del corazón, que son el amor y el odio, de forma que al sentir odio el timo se muestra débil y se ralentiza su actividad encogiendo su tamaño, mientras que el amor, la ternura y la compasión son manifestaciones de la energía vital que refuerzan el funcionamiento del timo.
También los pensamientos positivos activan el funcionamiento de nuestro timo, y los negativos lo inhiben, y cuando decimos, hacemos o sentimos algo que activa nuestra energía vital, nuestro timo se muestra fuerte, mientras que ante situaciones contrarias a la energía vital, el timo se muestra débil.
Basándose en esta predisposición del timo, se ha desarrollado una disciplina denominada «Kinesiología», en la que se realizan unos tests específicos del funcionamiento del timo y del nivel de apertura de los meridianos de acupuntura a la circulación por nuestro cuerpo de la energía vital, de forma que mediante determinados movimientos musculares que realiza el terapeuta al paciente, y comprobando y comparando la resistencia que opone éste, se puede llegar a determinar el estado del timo del paciente.
Ante una situación de estrés, se produce un descenso de energía vital, ya que nuestro cuerpo la utiliza para hacer frente a ese estado negativo, y el timo se muestra débil en el test y disminuye su tamaño. En cuanto se supera el estrés y retorna un nivel energético óptimo, el timo vuelve a mostrarse fuerte y aumenta su tamaño.
Forma de realizar el test del timo:
El paciente permanece de pie con el brazo derecho caído y el izquierdo extendido paralelo al suelo.
El terapeuta se coloca frente a él situando su mano izquierda sobre el hombro derecho del paciente, y la mano derecha encima del brazo extendido de éste, sujetándolo por la muñeca.
Pidiendo al paciente que trate de resistir el empuje, se realiza una presión rápida y firme hacia abajo, observando su resistencia al empuje.
A continuación se le indica al paciente que coloque las puntas de los dedos de la mano derecha en el esternón, encima del timo, y se vuelve a repetir el test, comprobando la diferencia entre la resistencia que se opone al empuje; si la resistencia ha sido la misma, nos indica que no existen desequilibrios energéticos, pero si mientras se tocaba el timo opuso menos resistencia, nos indica un timo débil y que existe alguna deficiencia de circulación energética, que podemos localizar testeando los meridianos para averiguar en cuál de ellos se localiza el problema y a qué órganos afecta.
Este test se puede repetir también pidiendo al paciente que piense en alguna situación negativa o en alguna persona a quien odie, y después pensando en personas amadas y visualizando situaciones positivas.
Realizando sucesivos tests en los meridianos de acupuntura, también comprobaremos que si alguno se muestra débil, se activará si estimulamos el timo.
Para estimular el timo mentalmente, tendremos constante y conscientemente pensamientos positivos, y para estimularlo físicamente, diariamente o cuando sintamos un descenso de energía, nos golpearemos con suavidad en el esternón con las puntas de los dedos o con los nudillos con el puño cerrado.
En Reiki podemos aplicar estos conocimientos sobre el timo, y cuando una persona se siente baja de energía, padece una enfermedad infecciosa o necesita reforzar su sistema inmunológico por cualquier otra causa, le reforzaremos la actividad del timo imponiendo las manos encima del mismo durante el tiempo que sea preciso.
En autotratamiento, si colocamos nuestras manos encima de la glándula timo, con la derecha encima de la izquierda, estimularemos nuestro timo y pronto nos sentiremos más fuertes.
Mientras dormimos también podemos acostumbrarnos a mantener las manos en esta posición, lo cual reforzará y estimulará nuestra glándula timo.
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