Autora: Lic. Carmen Secades
" El encuentro de amarte es casi más de lo que puedo soportar"
El ser humano tiene una característica fundamental, tiene una condición sexuada donde las emociones, los sentimientos, los afectos, juegan un rol fundamental.
La sexualidad ampara una serie de comportamientos que traspasan la temporalidad de la existencia de las personas.
La sexualidad ha sido comparada con cuatro caras, yo prefiero hacerlo con las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno; la biológica, psicológica, emocional y cultural.
Todo va cambiando a medida que va transcurriendo la vida, todo se va modificando, desde el desarrollo biológico, los cambios psicológicos, el aprendizaje social de la sexualidad y la afectividad propia y la de los otros, el acondicionamiento a nuevas experiencias, la renovación permanente de los afectos, de las emociones.
El encuentro con el otro comienza por la apertura del uno hacia el otro. Abrirse a otro, significa hacerle entrar a la vida personal, compartir intimidades, abrir puertas, adentrarse en todas las habitaciones ocultas, buscando sus claves, sus secretos, su manera de ser y de comportarse, una de las vivencias que más enamora es la intimidad.
El encuentro puede comenzar por azar, por coincidencia y siempre será una oportunidad para que comiencen a descubrirse, pero para que esto se produzca es importante que se den afinidades electivas, que son puntos de contacto similares, una actitud de aproximación desde donde pueda brotar un cierto interés por conocer al otro.
La relación al comienzo es netamente física, la atracción es externa, se fija en la belleza global, o alguna característica física especial, más tarde se descubre cómo es la forma de ser, siempre hay un descubridor y un descubierto.
Posteriormente, se va mostrando lo espiritual, lo emocional, lo cultural, las costumbres, los valores, los aprendizajes en todos los ámbitos incluídos aspectos de la sexualidad y la afectividad previos, uno y otro se abren y se van conociendo, el descubrimiento de la intimidad del otro es siempre un viaje fascinante.
Si ocurre la atracción, comienza con la respuesta del cuerpo, comienza la necesidad del roce, del trato frecuente, de esto surge la seducción y el flechazo, y como en primavera nacen y brotan las plantas, crecen las flores.
El flechazo es el impacto emocional que se produce al conocer a otra persona y quedar sencillamente paralizado, prendado, sorprendido.
Es un estado de fascinación permanente, escuché decir a un adolescente " me gusta todo lo que hace", es algo misterioso y sorprendente, es una especie de trastorno o locura de la atención, es como si no pudiera encontrar otro lado desde donde mirar.
Es como un arrebato sorprendente y delicioso, a veces es tan fuerte, que quema, que arde, que nutre, que no te deja pensar, que ni siquiera se plantea si ese otro es adecuado para compartir la vida.
Todo va tan rápido, que cuando se repara en lo que está pasando, uno se ve atrapado en las redes del otro, el vértigo afectivo que se produce generalmente ocaciona grandes cambios internos, hay una mezcla de encantamiento dulce y alegría gozosa, que solo la poesía puede describir.
El flechazo es un viaje fascinante, una aventura apasionante, es como mecerse en un agua tibia, en una caricia, es vivir en la primavera e impregnar el cuerpo de aromas, es compartir emociones, sentimientos, placeres.
El flechazo es un enamoramiento súbito, sin análisis ni elecciones, es siempre arriesgado. La vivencia es como un ciclón, como una ventolera, que todo lo arrasa, en el enamoramiento gradual, el afecto,las emociones,los sentimiento,el amor, surgen como el trato, con el roce, con el compartir, con el conocerse, con el apego, descubriendo paulatinamente lo que el otro tiene en valores, sentimientos, afectos, emociones.
DEL ENAMORAMIENTO
¿Cuál es la clave para el enamoramiento? ¿De qué depende que dos personas terminen unidas?
El enamoramiento aunque es vivido y sentido como una experiencia individual y única se expresa en percepciones, sentimientos, emociones, fantasías, conductas, que guardan gran similitud entre las diferentes personas que dicen sentirse enamoradas, por más que hayan diferencias individuales y que cada ser sea único.
En el adolescente la persona objeto del enamoramiento aparece como única e insustituíble, el sentimiento de enamoramiento tiene caracter de exclusividad, aunque el deseo y la atracción esten abiertos a múltiples canales, objetos, estímulos, lo que significa que la persona de la cual nos enamoramos, es única, presente e insustituíble, no es que la persona sea lo mejor, lo más bello, lo más exclusivo, para el que está enamorado es así, lo pasa por un proceso de apreciación personal, que va discerniendo a medida que pasa el tiempo.
Los encuentros entre las personas enamoradas tienen tal significado, que todo lo que hacen lo magnifican, tiene un sentido mágico, y se le va dando vida y apego a lugares, objetos, momentos, miradas, y quedan impregnadas con un significado nuevo que muchas veces se recordará a lo largo de los años, aunque esa relación de enamoramiento vuele, se esfume, muera.
El enamorado provoca un profundo interés, sus gustos, sus sentimientos, sus cosas, sus deseos, su historia, por eso se hacen tantas preguntas, se escucha sin cansancio, y se está dispuesto a una comunicación sin fin. Este interés que al parecer se manifiesta como verdadero es lo que impulsa a dar y mostrar lo mejor de sí mismo, de ser merecedor de amor, de encantar, cuanto se pueda.
El inicio del proceso de encantamiento tiene muchas variables individuales, desde las personas que acceden a el de forma súbita, hasta quienes lo hacen en forma inperceptible.
El contexto en que nace y se desarrolla el enamoramiento, pone de manifiesto que es un proceso integral, multidimensional, que abarca a toda la persona, a las expresiones de la personalidad, de los componentes mentales,psicológicos, en el cual se integran los procesos emocionales, como el deseo, la atracción, el placer con la unión, ansiedad por la separación, y componentes relacionados con el comportamiento, búsqueda de proximidad, interacción íntima, de la sociedad, de las maneras y formas de expresión, de la gestualidad, de las necesidades, de la historia personal, y de la cultura social.
La duración de este proceso es muy variable, en algunos casos es un proceso que dura un momento, días, semanas, o más tiempo.
Existen dos tipos de tiempos: el objetivo, que es el real, el que marca el reloj, el paso inexorable, el tiempo implacable, que pasa para todos invariablemente, sea donde sea, en la edad que sea, y en la cultura que sea, simplemente pasa.
El tiempo subjetivo, que es emocional, interior, que depende de cómo nos sintamos, es la manera de vivenciar los procesos dentro de nosotros mismos; sensación de que el tiempo vuela y amanece, y como puede ser posible que hayan pasado tantas horas.
Pero, eso pasa, como dice el ilustre poeta cubano José Martí; que hará mi corazón que amar no quiere, si lo acecha el amor por un costado, hará lo que hace el cielo cuando el sol lo abraza, arderá como bóveda encendida, mientras todo pase...
Todo pasa!!!!!
Posteriormente viene una etapa de exaltación, llamada por algunos autores el "entusiasmo", donde impera la alegría, afectividad exuberante, deseos de estar juntos, la comunicación es más rica y variada, abriéndose como en las cuatro estaciones del año, la palabra, el silencio, los gestos, las miradas, son sus principales instrumentos.
Si hacemos un ejercicio de imaginación y recordamos nuestros propios enamoramientos, encontraremos que la cara, las manos, y la figura corporal externa han sido parte del acercamiento, por ejemplo, cuanto dicen los ojos, ellos miran , observan, escrutan, aprueban, hablan, sorprenden, incitan, desaprueban, tienen su propio lenguaje, que es tan importante manejar en la gestualidad de una respuesta a un niño, a un otro, en el aprendizaje del acercamiento afectivo. Cuantos ojos han sido motivación de amores, de canciones, de versos, de enamorarse. Las manos, los brazos, la extensión de ellos, la capacidad de abrazar y aceptar sentirse abrazado, acariciado, las manos son las que expresan la ternura,y también la violencia, son metros de piel expuesta con diferente desarrollo sensitivo, que se recorren en este andar del conocerse y el entregarse, ahí se descubre la respuesta, el mapa erótico personal y del otro.
Las manos son las que construyen la sinfonía particular de la relación, los gestos, los movimientos,el reposo, su forma, también incitan a descubrirlas, a tenerlas tomadas.
Por último, la figura corporal externa, dependiendo de la cultura y de los estereotipos que hemos construído, es lo que encanta, la figura expresa a la persona por fuera en casi su totalidad, su estilo, su movimiento, todo ello concentra un conjunto atractivo, que logra mezclarlo casi todo, entonces nos mostramos como queremos que nos vean, o vemos lo que queremos ver.
DESARROLLO AFECTIVO, APEGO, RELACIONES INTERPERSONALES
En los seres humanos, la sexualidad y la afectividad son una dimensión rica y compleja, que no se limita a la función reproductora, ni siquiera a la complementaria búsqueda del placer en la actividad sexual.
La sexualidad y la afectividad son en la especie humana una de las expresiones de la necesidad de contacto y vinvulación.
La interacción sexual y afectiva de los seres humanos, se ha hecho menos proprogramada que en los primates, u otros animales que necesariamente pasan por una etapa de celo para su reproducción, en los humanos es más cultural e igualitaria, la ovulación oculta de la mujer donde no puede predecirse que será embarazada, obliga a hombres y mujeres, a mantener un convenio relacional basado en el mutuo acuerdo, esto la hace más libre, y a la vez más dependiente de la negociación entre ambos sexos. La menor dependencia de las preprogramaciones hace que la sexualidad y la afectividad sean cada vez más sociales, que estén construídas más culturalmente.
Contribuye también su mayor plasticidad, su variabilidad, entre las culturas, las personas y las sociedades.
Para comentar algo de las necesidades interpersonales básicas y el lugar que ocupa la sexualidad y la afectividad en cada persona hay que tener en cuenta varios factores que parten desde el deseo de dos de engendrar un nuevo ser, aprendemos, venimos programados genéticamente, y adquirimos y seleccionamos, y discernimos con que quedarnos para la construcción del ser adulto, creo que tiene de ambas naturalezas, lo qu se trae, desde el desarrollo de la filogenésia, hasta lo que se aprende un segundo antes de morir.
El recién nacido, tiene la necesidad de establecer vínculos afectivos, que se perciben como incondicionales y duraderos, a esta necesidad responde el vínculo de apego, que dependiendo de cómo se haya ido percibiendo desde su creación será más o menos apegado, y se manifestará en todas las etapas de la vida de la persona, como hijo, como padre, o madre, como pareja, etc.
La necesidad de disponer de una serie de relaciones sociales diferentes, siguiendo con el ejemplo del recién nacido,él necesita alimentarse, estar limpio, seco, recibir cariño, esto lo va aprendiendo a pedir en su lenguaje y con sus formas de expresión desde el nacimiento, pero depende invariablemente de otro para satisfacer todas esas necesidades primarias, y asi va incorporando el aprendizaje, lo que es dado con afecto, es recibido con afecto, aprende gestos e incorpora gestos, así resolverá también en sus primeras relaciones sociales, los vínculos que genere con los amigos/as, en la adolescencia los grupos de pertenencia, los conocidos, los grupos de compañeros, el lugar donde se vive, convive, se relaciona.
Así surge la necesidad del contacto corporal e intimidad, que como hemos visto se comienza a satisfacer inmediatamente después del nacimiento-sin dejar de decir que el cariño y afecto que recibe el niño en el vientre materno son inmensos ( cuando lo recibe), es fortalecedor, energizante, formador- estas necesidades de contacto corporal e intimidad son satisfechas generalmente a través de relaciones interpersonales, el desarrollo del apego, las necesidades básicas de supervivencia son los factores fundamentales de unión, de una madre con un hijo, esto asegura los cuidados, la protección, la transferencia afectiva hacia el niño por las personas que se relacionan con él, esto asegura la pertenencia a un grupo, las relaciones sociales futuras que este sea capaz de crear, de esa manera se manifestará también la necesidad de contacto corporal e intimidad con la pareja.
La historia afectiva mediatiza la manera en que se forma la pareja sexual, como vive su intimidad, y se permanece o se rompe el vínculo que se ha creado con ella.
Especialmente significativa es la historia personal afectiva y de apego, porque conlleva la incorporación de los aprendizajes, la formación de los patrones de conducta, que intervienen en las relaciones sociales y con mucha relevancia en las relaciones con intimidad erótica, afectiva y sexual.
En las relaciones de amistad incorporamos numerosos aprendizajes sociales, que nos son útiles para las relaciones interpersonales.
Varios investigadores han demostrado que la historia afectiva condiciona la forma en que se resuelve la necesidad de relaciones interpersonales íntimas de naturaleza sexual (López F. y otros,1994), entonces la historia familiar general, la historia afectiva, el apego, y la forma como lo vive la persona en su crecimiento, en su formación, están relacionados con el grado de apego en la pareja, con el grado de satisfacción sexual, con la necesidad de la expresión afectiva y emocional de la pareja.
La pasión, la intimidad y el compromiso son los componentes escenciales de las relaciones amorosas.