Tengo dos noticias, una mala y una buena.
La mala noticia es que si no cambiamos, las cosas no se quedarán iguales simplemente, quizás empeorarán.
La buena noticia es que siempre podemos cambiar.
El universo nos envía señales cada vez más fuertes para despertar hasta que nos damos cuenta de la necesidad de transformación personal.
Nos conviene más cambiar de manera proactiva en lugar de esperar a que el desastre ocurra.
Yehudá Berg