Es muy frecuente la pérdida del interés sexual resultante de los problemas de la relación o comunicación de la pareja, lo cual puede suceder en cualquier etapa de la vida. Las luchas por el poder dentro de la pareja y los sentimientos de minusvalía, así como la sensación de no ser respetado ni escuchado por el compañero culminan en resentimiento e ira. A medida que estos sentimientos aumentan, el interés sexual tiende a disminuir. Con frecuencia, la falta de deseo es un arma esgrimida por el compañero que se siente menos poderoso dentro de la relación: la mujer suele utilizarla cuando siente que no tiene otro recurso para imponerse sobre el hombre.
Comunicar sin animadversión ni subterfugios vuestros sentimientos y deseos, siempre con la finalidad de limar asperezas y resolver los conflictos. Trata de hacer que tu pareja sea tu cómplice antes que un adversario. Tu pareja ha de ser la persona más cercana a ti, en la cual confías y ante la cual puedes ser tu mismo libre de los convencionalismos sociales, aquella que acepta tantos tus aspectos positivos como tus puntos débiles, aquella que te puede ayudar en los momentos adversos.
Manifestar lo que sientes da lugar a que puedas comparar tu reacción frente a un hecho cualquiera, con el punto de vista y la conducta de tu pareja frente al mismo hecho, ayudándole a exportar sus razones. No puedes reforzar al otro cuando sus conductas te producen agrado si no expresas lo que sientes.
Prueba a contemplar a tu pareja desde un ángulo distinto, reconociendo en él o en ella al mismo amante divino. El hecho de acercarte al compañero con la actitud de que “yo soy digno de amor y por tanto tú también”, te proporciona inmediatamente una sensación de respeto mutuo.
Para afrontar los problemas de bajo deseo sexual, como primer pasó, has de desarrollar pensamientos sexuales, esto lo conseguirás focalizando tu atención sobre todo lo relacionado con el placer sexual.
El bloqueo del interés sexual también se puede deber a la desviación o distracción de la concentración hacia otros objetos o pensamientos. Para mejorar el deseo sexual, hemos de dirigir la atención hacia los temas de contenido sexual y concentrarnos tanto en los estímulos sexuales externos (aspectos que nos atraen de la otra persona), como sobre los estímulos internos (percibir nuestras sensaciones de excitación).
Las fantasías pueden aumentar tanto los aspectos fisiológicos como los psicológicos de la respuesta sexual, de muchas maneras: Contrarrestando el aburrimiento. Focalizando los pensamientos y sentimientos (borrando distracciones o presiones). Mejorando nuestra propia imagen, etc.
Consejos resumidos para el juego amoroso:
· Tómate tu tiempo. Relájate. Saborea cada momento.
· Puedes empezar con un masaje relajado y placentero para lograr una excitación suave. Tocar el cabello y la piel crea un ambiente de intimidad. Despoja de tus pensamientos y centra tu atención en la percepción de las sensaciones corporales
· Los abrazos de cuerpo entero generan calidez y ofrecen un sentimiento de seguridad.
· Los besos largos, los mordisqueos suaves las caricias con manos, lengua o labios en zonas especialmente sensibles, son maneras seguras de excitar. Práctica juegos que os ayuden a desinhibirse.
· No centres todo el placer sexual únicamente en los movimientos coitales. Por todo el cuerpo hay zonas erógenas, jugar a descubrirlas.
PUBLICADO POR ESPAI TERAPEUTIC