A veces las personas nos hieren, no importa cuál sea el motivo, debemos ser lo suficientemente fuertes para poder defendernos de ciertas injusticias que ocurren en nuestro entorno. Nos pueden lastimar de maneras tan diversas que eso puede llegar a dejar una fea huella en nuestra autoestima, algo que debemos evitar a toda costa. Nadie tiene el derecho de hacerte sentir mal, pero no estamos exentos de situaciones de violencia o discusiones por eso es importante que aprendamos ciertas estrategias para sobrevivir a esos momentos tan poco agradables.
Pensemos en una situación donde te sientes atacado. En lugar de atacar como una fiera de inmediato, lo mejor es tomarnos unos segundos y pensar cómo podríamos “redireccionar” la fuerza del atacante y cómo podrías protegerte a ti mismo a la vez que no hieres al otro.
Si estás ante un enfrentamiento físico, lo primero que debes tener en cuenta es tu salud y bienestar, ante una situación extrema no habrá demasiado tiempo para pensar. Ante ofensas verbales, tienes más oportunidad de reflexionar y puedes brindarte la oportunidad de considerar si vale la pena responder esa ofensa, o si puedes calmar al otro simplemente calmándote a ti mismo. Para discutir se necesita de dos personas al menos, si tú no quieres entrar en el juego, el juego se termina.
El humor es una excelente herramienta para disipar la tensión del momento, alguna broma, un gesto gracioso puede hacer que la discusión pierda fuerza. A veces podemos cambiar el tema sutilmente o distraer a la persona de su foco de enojo, si alguien está demasiado alterado el hurgar sobre lo mismo lo pondrá más nervioso aún.
No nos olvidemos de la empatía, simplemente ponernos momentáneamente en los zapatos del otro puede ayudarnos a comprender mejor su comportamiento. Si bien puede estar actuando de una manera poco simpática hacia nuestra persona, puede ser que no tenga nada que ver con nosotros. A veces la gente dicen cosas producto de su propio mal humor, tristeza o desesperación. Otras veces creen que nos evitarán un daño mayor si intentan tomar las riendas de nuestra vida. Las buenas intenciones pueden rápidamente perder la calidad de tal si están perturbadas por una perspectiva oscura de la realidad.
Escucha a tu interlocutor sin perder de vista lo que tú crees, en alguna ocasión puede ser que simplemente estén intentando ayudarte con las palabras o acciones equivocadas, otras veces se tratara de un mero ataque, aprende a diferenciarlos y responde con propiedad. Intenta no perder el control de la situación por el enojo y por sentirte herido, siendo asertivo tú mantienes el poder.
27077699/098165994
Lic. en Psicología Mariana Alvez
marianaalvezg@gmail.com