A veces enamorarse simplemente nos resulta aterrador, el entrar en una íntima sintonía con el otro nos deja expuestos y sobre todo muy vulnerables. Es un juego donde por un lado encontramos “el te amo y quiero entregarme a ti” y por otro hallamos el miedo atroz a que esa relación termine y nos rechacen.
La salud puede verse beneficiada siempre y cuando nos involucremos en vínculos positivos. La vulnerabilidad que le demostramos a quienes amamos no tiene que ser desde la sumisión ni la debilidad, debemos mostrarnos honestos, demostrarle al otro quienes somos en realidad y demostrar nuestros sentimientos.
La vulnerabilidad, la sensibilidad, es parte de nuestro diario vivir. En todo tipo de relaciones siempre estamos expuestos, nos tocan vivir casos de personas que sufren, o situaciones laborales complejas. Situaciones donde nos tenemos que entregar al otro, o el otro se tiene que entregar a nosotros de alguna manera. Todos en algún punto necesitamos contención y ser vulnerables con aquellos que han demostrado estar ahí para nosotros, en realidad es algo necesario y de alguna manera casi inevitable.
Le tenemos miedo a la vulnerabilidad porque creemos que si alguien nos ve débiles, o descubre nuestra verdadera esencia nos va a rechazar. ¿Pero que mejor que alguien nos acepte tal cual somos? Siendo honestos con lo que sentimos, con lo que queremos, con lo que pensamos, no teniendo que moldear nuestra personalidad simplemente para encajar.
Teniendo un dialogo abierto con el otro podemos lidiar con nuestras emociones de una manera más eficaz, si hay situaciones de duda, de miedos, de conflicto, tenemos que hablarlo tranquilamente e intentar llegar a una conclusión con el otro.
Al ser abiertos con las personas con quienes nos vinculamos, nuestras relaciones mejoran y se tornan positivas. Todos los humanos nos sentimos atraídos a la autenticidad, nos genera comodidad y seguridad. Si sabemos que nuestra pareja es abierta, se muestra vulnerable con nosotros, no nos oculta sus sentimientos, de esta manera nos está brindando el permiso para poder hacer lo mismo, mostrar nuestro verdadero ser.
La vulnerabilidad por supuesto que puede llevarnos a salir lastimados, si nos abrimos a la persona incorrecta. En ciertas situaciones confiamos en la persona equivocada, aunque esto no quiere decir que si nos lastimaron una vez nos va a volver a suceder. Quizás una manera para saber si vale la pena demostrar quiénes somos, desnudar nuestra verdad y entregar nuestro corazón a alguien, es teniendo en cuenta cómo es la otra persona conmigo. ¿Es honesta? ¿Me toma en cuenta en sus decisiones? ¿Cómo es con sus amigos? ¿Me habla sobre lo que siente?
El amor también es un lugar donde yo me muestro tal cual soy y amo a otro que también es vulnerable y con defectos. Vale la pena entregarse a la intimidad, el conectarse profundamente con alguien. Las grandes cosas de la vida requieren coraje de nuestra parte y cuando queremos algo grande, tendremos que asumir el riesgo. Quizás salgamos lastimados, quizás salgamos victoriosos, sin duda vale la pena intentarlo. También aprendamos de las malas experiencias y poco a poco iremos delineando cómo involucrarnos en una relación sana de pareja. Enamorarse es hermoso y siempre existirá alguien que nos adore tal cual somos.
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